La venta y reparto de comida a través de plataformas electrónicas ha ido a la baja en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG). De acuerdo con Sergio Jaime Santos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Jalisco, hace un año y medio este servicio estuvo en su apogeo, ya que representaba un 8 por ciento de las ventas totales de la industria, actualmente son el 6 por ciento.
“Definitivamente se va a la baja, el cliente el comensal prefiere ir al lugar a buscar sus alimentos en el lugar, sin embargo, es una opción”, dijo el presidente de la Canirac, quien destacó que el 6 por ciento equivale a unos 70 millones de pesos mensuales tanto solo en el AMG donde existen casi 20 mil establecimientos.
Se estima que más del 50 por ciento de la entrega de comida rápida se realiza a través de tres aplicaciones móviles: UberEats, Rappi y Sin Delantal; mientras que el resto de los pedidos se reciben por teléfono fijo.
Zalatiel Banner Pérez, director general de un restaurante cortes finos sobre López Cotilla, en la zona de Chapultepec en Guadalajara, considera que los establecimientos se ven obligados a innovar y buscar cómo garantizar servicios de calidad a sus clientes, por lo que contrató las tres aplicaciones.
“Tienes que estar al día para enfrentar la competencia. Antes solo existía Sin Delantal y se vendía bien, aunque cuando entró la plataforma de UberEats lo hizo con mayor competitividad que es proporcionar al repartidor”, resaltó.
Tan solo para este restaurante, se concretan alrededor de 30 pedidos al día, de los cuales UberEats realiza 17, Rappi en promedio, siete, y Sin Delantal, cinco. Por el uso de estas plataformas electrónicas, a cada negocio se le cobra en promedio el 25 por ciento mensual con base en ventas. Un porcentaje que, admitió, lo incrementa en el costo del platillo. “Nosotros incrementamos ese 25 por ciento a los productos y si nosotros vendemos un platillo de 100 pesos, lo damos en 125. Es como si nosotros vendiéramos un platillo arribita del precio de aquí del restaurante porque implica un empaque y este nos cuesta”, comentó.
Zalatiel Banner Pérez aseguró que no ven presionados a los repartidores. Además, consideró que las aplicaciones representan también ahorros y evitan problemas legales en caso de que algún repartidor sufra algún accidente. “Te preguntan si vas a poner o no repartidor. Nosotros no tenemos repartidor, es benéfico porque obviamente tener una o dos motocicletas te genera más nómina y gastos operativos, porque tienes que pagar gasolina, reparaciones y en caso de haber un accidente responder, entonces pues obviamente tú como empresa te deslindas de todo eso”, reconoció el empresario.
En la motocicleta Chava, como le dicen familiares y compañeros, se juega la vida en las transitadas calles del AMG. En cuestión de minutos tiene que repartir comida, despensa y cumplir antojos de los clientes.
Hace un año, se adhirió a la plataforma electrónica de Rappi, una aplicación colombiana que opera en México desde 2015.
A diario, el joven de 30 años realiza a bordo de su motocicleta 15 viajes en promedio, así de estar en “Chapalita, la aplicación me lleva a Providencia, Ciudad del Sol, Residencial Victoria, y a veces, termino en Bugambilias”, narró, luego de entregar una pizza al poniente de la ciudad.
Explicó que la aplicación tiene un rango de tres kilómetros, pero se puede ampliar, aunque con un cargo extra. Chava lo que principalmente lleva es comida, medicinas y cosas del supermercado. Rappi, dijo, cumple antojos, “puedes pedir lo que tú quieras literal”; el servicio de restaurantes afiliados a la aplicación y el servicio exprés, que son artículos que puedes adquirir en tiendas departamentales y de conveniencia.
Sin embargo, la plataforma no financia las compras que les piden a los repartidores. Con excepción del servicio de restaurante, Chava tiene que invertir en las compras y luego se le reembolsa. “Es dinero de mi bolsa”, admitió al sostener que Rappi no les da para solventar los pedidos.
Los rappitenderos, como se les llama a quienes forman parte de la empresa, no cuentan con un sueldo fijo, van por comisión y se estima que, en promedio, perciben 12 mil pesos quincenales incluyendo propinas. “Soy socio y todo corre por mi cuenta, mantenimiento de motocicleta, si hay un accidente corre por mi cuenta, si quiero trabajar voy y trabajo, aunque no genero dinero”, reveló.
Durante este año, solo ha tenido un accidente, por fortuna, leve. “Una persona se pasó el alto en Patria y Royal Country y pues me dio un llegue. Solo un raspón y algo que no ameritó hospitalización”, recordó.
Admitió que Rappi no apoya a los socios en caso de algún percance vial, incluso firman un documento donde directivos se deslindan de cualquier responsabilidad. “Sí, se aceptan términos y condiciones, ahí entra todo eso”, señaló.
Por eso, Chava maneja con cuidado y trata de esquivar los embotellamientos y horas pico. “Todo el día están pasando cosas, pasan accidentes y tienes que andar con mucho cuidado, pero hay que tratar de manejar lo mejor que puedas y yo siempre recomiendo usar zonas donde no hay tanto tráfico, a pesar de que rodeo más, tomo esas zonas”, resaltó.
Chava tiene varios años manejando en carretera y en la ciudad, aunque reconoció que eso no lo exenta de tener algún percance, sabe del riesgo. Rappi presiona: 40 minutos para que la comida llegue a tiempo.
Cifras6 Por ciento de las ventas totales de la industria restaurantera se realizan en servicio a domicilio.
70 Millones de pesos al mes representan el total de ventas a domicilio de restaurantes en el AMG.20 Mil establecimientos de comida aproximadamente hay en la metrópoli. 50 Por ciento de la entrega de comida se realiza a través de UberEats, Rappi y Sin Delantal.
MC