“Di clases, vendí alimentos, hice rifas, ahora colaboro en misiones espaciales”

Especial

Originaria de Naranjos, Veracruz, a sus 21 años de edad es actualmente la astronauta análoga mexicana más joven en trabajar en áreas de investigación biológica para la Agencia Espacial Europea desde Polonia

Luz Miranda Atilano Herrera en agencia espacial.
Tamaulipas /

Luz Miranda Atilano Herrera, nacida en Naranjos, Veracruz, y con apenas 21 años de edad, es la astronauta análoga mexicana más joven que se encuentra actualmente laborando en Polonia, y pertenece al grupo de investigación junto con otros compañeros de Italia, Portugal, Irlanda, España y Polonia.

Representa a México en el cargo de “BioLab Officer”, encargada del cultivo de plantas, hidroponía y testear distintos tipos de soluciones de agua; sus resultados y los de Sara Aparicio, ambas encargadas de los cultivos, serán utilizados para un experimento que llevará a cabo la Agencia Espacial Europea a finales de año y espera poder utilizarse en futuras misiones en el espacio.

En entrevista exclusiva para MILENIO Tamaulipas, Miranda explicó que la investigación se está realizando en LunAres Research Station en Pila, Polonia, en colaboración con instituciones científicas polacas como la Universidad Médica de Pomerania en la ciudad de Szczecin, la Universidad Tecnológica de Silesia en la ciudad de Gliwice, la Universidad de Silesia en la ciudad de Katowice.

Luz Miranda Atilano Herrera.
“Esta investigación está dirigida por el Österreichisches Weltraum Forum / Austra Space Forum, una de las instituciones líderes del mundo que realiza misiones análogas a Marte, lo cual facilitará el camino para la futura exploración humana de Marte, los cuales contribuyen a la investigación científica”, explicó.

La astronauta análoga dijo que está emocionada, ya que en esta misión probará algunos experimentos tales como el estudio de los efectos neurológicos y psicológicos de la cuarentena, que actualmente nos afecta a nivel mundial.

“La productividad, la creatividad y la salud en general están influenciadas significativamente por las condiciones en las que se desenvuelven las personas; por lo tanto, es importante investigar el impacto del ambiente extremo de aislamiento ya que aún se desconoce”.
También estudia los efectosneurológicosque afectan por

Proyectos para la NASA y otras apuestas

Actualmente es estudiante de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, se encuentra en sexto semestre de la carrera de Ingeniería Aeroespacial y ha sido participante en diferentes proyectos desde sus 18 años, tales como el Aztechsat-1, el primer nanosatélite mexicano desplegado desde la Estación Espacial Internacional, el cual tenía convenio con la Agencia Especial Mexicana y la NASA.

A sus 19 años presentó un trabajo de investigación en el Congreso Internacional de Astronáutica el cual trataba sobre cultivos en La Luna. A sus 20 fue aceptada para asistir al International Air and Space Program que se lleva a cabo en las instalaciones de la NASA, y de igual forma se convirtió en embajadora en Eurekk’a emprendimiento que busca cerrar la brecha de género para la inclusión de las niñas en las ciencias espaciales y hoy, a sus 21 años se encuentra en Piła Polonia siendo la mujer más joven en convertirse en astronauta análoga y apenas la tercera del país.

En este espacio aprovechó para agradecer a Eduardo Salazar Pérez, quien la apoyó en todo momento durante el proceso para poder llegar a donde está en este momento en la misiónanáloga. Asimismo a sus padres, el ingeniero Atilano Aguilar y Cleotilde Herrera Romero.

"No ha sido fácil"

Pese a la satisfacción que siente de estar al otro lado del mundo, Miranda Atilano explicó que no todo fue fácil, pues tras salir de México a Polonia, al llegar al aeropuerto en España, tuvo un problema con migración y dada la situación perdió su vuelo; afortunadamente todo se aclaró y pudo llegar a Polonia después de comprar otro espacio al siguiente día de manera apresurada y quedando con recursos limitados.

Ella menciona que no todo fue sencillo, pues además considera que viajar en plena pandemia, tuvo que extremar todo tipo de cuidados, pues en el trayecto pudo haber enfermado y poner fin a todo su sueño.

“Gracias a que tomé todos los cuidados necesarios todo salió bien y después de tres pruebas PCR en 4 días todas negativas, logré encontrarme con el grupo y comenzar la misión”.
Luz Miranda Atilano Herrera y colegas de otros países.

Di clases de matemáticas, vendí cuadros, conchas rellenas

Miranda, para poder estar allá, tuvo que trabajar muy duro y es por ello que agradeció a toda la población de Cerro Azul, donde vivió casi toda su vida, por el apoyo que recibió para reunir el dinero y cumplir su sueño.

“Di clases de matemáticas, vendí cuadros, conchas rellenas, hice rifas y obtuve aportaciones de muchas personas y yo les quiero decir gracias, porque no lo estoy malgastando, todo lo estoy invirtiendo en cosas que tienen que ver con la ciencia, y principalmente agradecer al Dr. Isaac Reyes, quien creyó en mi y mis ideas desde el primer momento en que me conoció”.

Fue un apoyo especial, dijo, el de su gente, porque además solicitó ayuda con autoridades y políticos pero no obtuvo respuesta.

Por ello quiere salir adelante y seguir aprovechando cada oportunidad, pues sueña con que sus estudios sirvan para futuros viajes a La Luna y Marte.

“¿Yo hacer un viaje a La Luna?, no creo, pues mi estatura es un impedimento, apenas mido 1.55 mts., pero me siento satisfecha con que mis experimentos sirvan para futuras misiones y a la exploración espacial, yo nací para esto”, agregó.

Luz Miranda Atilano Herrera, nació en Naranjos, Amatlán y estudió su bachillerato en el CBTis 30 de Cerro Azul, donde radicó casi toda su vida.

​EVT

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