Nancy Rodríguez y su familia fueron forzados a vivir a la intemperie después de que su casa fuera destruida por la caída de rocas del Cerro del Topo Chico durante el paso del fenómeno meteorológico Alberto.

La mascota de una familia fue quien los alertó sobre el desgajamiento, logrando que solo quedara en daños materiales y no en pérdidas humanas.

El 1 de julio a las 7 de la mañana con 18 minutos, familias de la zona vieron como su patrimonio se esfumaba a consecuencias de la caída de grandes rocas.

El deslave registrado la mañana de este lunes estremeció a 8 personas que se encontraban en las viviendas que quedaron debajo de las piedras.

El número de casas desalojadas podría aumentar debido al peligro en que se encuentran, informó Protección Civil de Monterrey.

Aunque los desprendimientos de piedra ocurren a diario, en esta ocasión solo fueron unos segundos de diferencia entre lo que quedó de daños materiales y lo que pudo haber sido una tragedia.

Los excursionistas fueron resguardados por elementos de Protección Civil, así como policías municipales y el grupo de senderistas 'Guardianes del Topo'.

El hijo del matrimonio fue quien pidió apoyo a las autoridades para auxiliar a sus padres.

Las familias contarán con la facilidad de adquirir un terreno en zona segura.

Durante la tarde este domingo, diversas corporaciones de auxilio se movilizaron al arroyo Topo Chico a fin de lograr interceptar al menor, el cual al momento no ha sido localizado