El fiscal especial aceptó testificar sobre su investigación acerca de la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.

El gobierno de la isla rechazó la acusación "infame" de Washington en la que acusa a La Habana de mantener un ejército privado en Venezuela; llamó a la comunidad internacional a unirse para impedir una intervención militar en el país petrolero.

En su primer pronunciamiento sobre el llamado del Grupo de Lima a desconocer el nuevo mandato de Nicolás Maduro, que iniciará el miércoles, el gobernante dijo que “la soberanía de nuestros pueblos se dirime hoy en la actitud ante Venezuela”.

La semana pasada, el presidente ruso y vicepresidente de Estados Unidos mantuvieron un encuentro informal de diez minutos en la cumbre de la asociación de naciones del sureste asiático (ASEAN), en Singapur.

La iniciativa busca combatir las artimañas destinadas a confundir a electores en los próximos comicios en EU y Brasil, según sus directivos.

La acusación llega después de revelarse que el Departamento de Justicia y el FBI trataron, entre 2014 y 2016, obtener información del oligarca ruso Oleg Deripaska, cercano al Kremlin.

Trump dijo en una entrevista que el nombramiento de Robert Mueller el año pasado para investigar su campaña electoral de 2016 por una posible injerencia rusa era incorrecto.

La versión de la injerencia rusa en elecciones “ridiculiza” a ese país, señala.

Las palabras se producen luego de que el domingo Rudy Giuliani dijera que la Constitución permite al presidente un "perdón" de la investigación sobre la posible colusión entre su campaña y Moscú.

El presidente de Bolivia acusó a la OEA y a EU de planear, antes de las elecciones del 20 de mayo, acciones violentas "apoyados por los medios de comunicación".