La situación en Járkov se vuelve cada vez más tensa con la intensificación de los ataques por parte de Rusia.

La situación ocurre luego de más de ocho meses de conflicto, mientras que algunos habitantes revelan que recién pueden salir a las calles.

Al norte de Kharkiv, a unos metros de la frontera con Rusia, los pocos habitantes que resistieron los ataques soportan los estragos que dejó la invasión.

La explosión hizo volar las hogazas de pan hasta la mitad de la calle, rápidamente empapadas por el agua que los bomberos lanzaban para apagar las llamas.

Bajo tierra, protegidos de cohetes y misiles de largo alcance, jóvenes músicos de entre 20 y 35 años, interpretaron el himno nacional y otras melodías.

La organización estadunidense afirma haber identificado el lanzamiento de este tipo de submuniciones con un lanzacohetes ruso; las bombas de racimo contienen varias decenas de pequeños explosivos.

Ésta es la primera vez que los militares rusos atacan el centro de esta ciudad de 1.5 millones de habitantes, cuyos barrios residenciales han estado bajo fuego desde hace días.

Járkov, cerca de la frontera con Rusia, es otro objetivo clave. Una tras otra, varias explosiones sacudieron una zona residencial.

Ésta es la primera vez que los militares rusos atacan el centro de esta ciudad de 1.5 millones de habitantes, cuyos barrios residenciales han estado bajo fuego desde hace días.

En la capital ucraniana ayer fue un día de gran tensión pero tranquilo en cuanto a combates