El gobierno de Nayib Bukele pidió al Congreso decretar dicha medida a raíz de las "graves perturbaciones del orden público" generadas por las maras.

La Policía Nacional señaló que la mayoría de estos homicidios se registraron en los centrales departamentos de La Libertad y San Salvador; entre las víctimas se encontraban al menos dos supuestos pandilleros de la Mara Salvatrucha.

En su libro 'Los muertos y el periodista' desfilan las pandillas salvadoreñas, los policías corruptos y la desesperanza.

Los autores de este hecho serían integrantes de Barrio 18, que junto a Mara Salvatrucha son protagonistas de extorsiones y asesinatos en el país.

De acuerdo con la acusación, la Ranfla Nacional, dirigió la expansión de las actividades de la MS-13 en todo el mundo, de manera más significativa en México.

Unidades Transnacionales antipandillas de El salvador, Guatemala y Honduras cooperaron con las autoridades estadunidenses para detectar a aquellos que intentaron mezclarse entre la caravana migrante.

El diario El Faro publicó sobre la relación entre el gobierno salvadoreño y las pandillas centroamericanas; miembros de la MS-13 desconocen por completo que existan negociaciones con Bukele.

El Departamento de Justicia estadunidense acusa a Armando Eliu Melgar Díaz de conspiración para cometer actos de terrorismo transfronterizos, así como de financiación al narcoterrorismo y otros delitos.

Tanto Human Right Watch, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) criticaron la media de haber expuesto a los pandilleros; Bukele señala que las organizaciones protegen a los "maras".

Alejandro Giammattei informó que autoridades carcelarias captaron llamadas telefónicas en las que delincuentes discutieron su asesinato.