Las detonaciones ocurrieron con diferencia de algunos minutos: la segunda se produjo mientras llegaban las ambulancias y la gente se reunía para ayudar.

Funcionarios del gobierno estaban almorzando en el lugar cuando ocurrió la detonación.

La cifra contempla de enero a julio de este año, pero las autoridades consideran que el número puede aumentar.

Se estima que estas condiciones extremas podrían durar al menos hasta marzo de 2023.

Las autoridades de esa nación afirmaron que hay algunos lesionados graves.

El ataque del viernes fue el primero de gran envergadura desde que el presidente Hassan Sheikh Mohamud asumió el cargo en mayo.

El hecho ocurrió en Marka, al sur de la capital de Somalia.

La situación provocó una gran alerta en el aeropuerto, el que era escenario de una enorme columna de humo.

Antiguos diputados, directores y otros funcionarios también han sido hospitalizados por las lesiones sufridas en el asalto.

La presencia militar norteamericana en Somalia busca afianzar la lucha contra Al Shabab.