La toma clandestina estaba, presuntamente, conectada a un ducto de Pemex con mangueras, válvulas y diversos depósitos en los que los responsables almacenaban el hidrocarburo.

En el sitio se localizó una toma clandestina conectada a una manguera que se encontraba enterrada, por lo que se realizaron trabajos de excavación y se detectó que la manguera derivó a un inmueble contiguo

Personal de Pemex se encontraba cerrando la toma clandestina cuando ocurrió la explosión.

Policías detectaron un enorme hoyo donde al fondo observaron la tubería y válvulas para la extracción ilegal de combustible.

Durante un cateo, la Fiscalía General de la República aseguró una toma clandestina en el municipio de Tultitlán, Estado de México.

La toma se ubicó a menos de 50 metros de un Módulo de la Policía Municipal abandonado. De acuerdo con habitables, a diario hay recorridos en la zona por parte del Ejército.

El ducto de 19 pulgadas de diámetro fue localizado en la calle Valentín Arredondo en la colonia Agropecuaria Lázaro Cárdenas.

De inmediato se inició con el cierre de válvulas del ducto ubicado en la comunidad de San Francisco Ocotlán y se dio inicio a la mitigación de riesgos en el área cercana.

Elementos de la Guardia Estatal acudieron al área para hacer vigilancia mientras se hacían las labores de reparación.

Elementos de la Policía Estatal observaron una zanja de la que salía una manguera de manera inusual.