Yucatán se pone de moda

Tianguis Turístico

El destino tiene las condiciones ideales para atraer a inversionistas inmobiliarios y turísticos.

Monumento a la patria, Obra del escultor colombiano Rómulo Rozo que muestra parte de la historia de México, desde la fundación de Tenochtitlán.
Arturo Vallejo
Ciudad de México /

La mirada de los empresarios se enfoca en Yucatán como un punto estratégico para el turismo. Si tomamos en cuenta los grandes esfuerzos que se han realizado, como el centro de convenciones, un corredor hotelero con oferta diferenciada; la mezcla de arqueología y cultura; una gastronomía que está dentro de las primeras del país, y el hecho de estar cerca de Quintana Roo, resulta un destino que tiene lo necesario para vivir sus años dorados. ¿Pero es de verdad la nueva joya turística del país?

El boom

La información proporcionada por la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán parece confirmar un auge: la derrama económica anual que deja el turismo en el estado es de más de 43,000 millones de pesos (mdp), con 1,786,000 visitantes, de los cuales 443,233 llegan por barco. Asimismo, hay 13,442 habitaciones para hospedaje y 3,839,755 personas visitan las zonas arqueológicas del estado.

Algunos expertos afirman que, en efecto, en los últimos años hubo un gran impulso turístico, producto del buen trabajo de autoridades y operadores. Para otros, sin embargo, hay que tomar con cautela los avances, porque los retos están en consolidar dicho crecimiento.

Eduardo Chaillo, global meetings and tourism specialist de LLC, opina que hay un boom y que Yucatán está en la preferencia nacional. “Han hecho bien las cosas: las inversiones, los nuevos hoteles, la cons-trucción del Distrito de Convenciones y la diversificación más allá de Mérida”.

Por su parte, Arik Staropolsky, director de STA Consultores, dice: “No creo que esté en un boom, pero sí va en ese camino. Cada vez llega más turismo, el crecimiento de cuartos disponibles y la inversión ha ido creciendo y se ha descentralizado de Mérida, pero todavía hay lugar para el crecimiento”.

El Dato.

13,000

habitaciones hay para hospedarse en el estado.

Los operadores locales parecen compartir esta percepción. Maruja Barbachano Herrero, empresaria turística de Yucatán, afirma que “el año pasado cerramos con una oferta más diversa. No hay nadie que no me diga que 2018 cerró con gran éxito”.

Para la empresaria, el esfuerzo desde el punto de vista turístico ha dado un resultado excelente.

Las razones detrás del auge

De acuerdo con Barbachano, este crecimiento se explica porque la administración pasada se enfocó en posibilidades reales para el estado: hizo una campaña de mercadotecnia muy efectiva como destino cultural, de playa, de aventura y también de negocios.

Uno de los proyectos que destacan es el nuevo Centro Internacional de Congresos de Yucatán (CIC) el cual ya empieza a dar los resultados que se le prometieron al sector turístico local. Este distrito de reuniones de negocios incluye una nueva plaza pública; estacionamiento alterno al del recinto; la sustitución de tuberías y drenaje, además de los semáforos. Para ello, el gobierno del estado destinó más de 260 millones de pesos (mdp).

La flamante construcción, con capacidad para 6,000 personas, tiene programados para este año 30 eventos y otros 100 están en la lista de espera, dice Francisco Treviño Villarreal, su director general. Pero el Centro ya dio muestra de su impacto en el turismo de negocios: en abril del año pasado se estrenó con el primer Congreso Internacional de Parques, con 1,500 asistentes, y ha recibido eventos como el XLI Congreso Nacional de Medicina Interna, en noviembre, al que asistieron alrededor de 4,000 médicos.

Un factor en el que todos coinciden para explicar el éxito del destino es la seguridad. “Es uno de los estados más seguros, un tema que ha sido inhibidor para otros destinos, al menos en cuanto a percepción”, dice Chaillo. De hecho, el Institute for Economics and Peace (IEP) ubica como primer lugar a Yucatán en su Índice de Paz México. Esta influencia se nota sobre todo en el turismo nacional, de acuerdo con Barbachano.

Yucatán, multidestinos

¿Pero, exactamente, qué se puede hacer en Yucatán? Si hubiera que agrupar los tipos de turismo, sería necesario considerar los siguientes: cenotes, haciendas, Pueblos Mágicos (incluido Izamal, el primer destino de este tipo en México), gastronomía, sitios arqueológicos, cultura, playas y sitios ecoturísticos.

Una de las ventajas para el sector es que estas posibilidades están distribuidas a lo largo de todo el estado, no únicamente en Mérida. Al respecto, Barbachano Herrero menciona que se han aprovechado las ventajas inherentes que tiene el estado: “tanto la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) como los operadores privados generan actividad turística focalizada no sólo en las posibilidades, sino en las realidades del estado, de acuerdo con la oferta que tenemos, porque hay muchísimo potencial que no se ha tocado”.

Sobre los principales destinos, Arik Staropolsky destaca el caso de Mérida, por ser la capital y el punto de partida hacia muchos lugares. Pero también existen otros que ofrecen una estadía relativa¬mente menor, aunque con gran potencial.

En primer lugar, están Valladolid e Izamal. Por el lado del ecoturismo des¬taca Celestún, con su reserva de flamingos que puedes ver de diciembre a febrero. Como destino de playa están San Felipe y Progreso. “San Felipe es un pueblito de pescadores, que nadie conoce y con pocos hoteles, pero con un potencial muy grande”, explica el asesor.

El Dato.

43,000 mdp

Es la derrama económica del turismo en Yucatán.

Otros lugares dignos de considerar son Abalá, que era la zona henequenera del estado al sur de Mérida, y donde se encuentran las haciendas de San Pedro Ochil, Temozón y Temozón Sur. La ruta Puuc contiene su propia variedad de sitios arqueológicos, dentro de los que están Uxmal; Río Lagartos, con su zona de manglares y una enorme cantidad de especies de aves para los aficionados a la ornitología, y, por supuesto, los cenotes, de los cuales hay más de 3,000 descubiertos. Probablemente los más populares sean los de Cuzama, Yaxunah, Ikkil y el cenote sagrado de Chichén Itzá.

Conexión local

Para Chaillo de LLC, la hacienda de Temozón es ejemplo de lo que está sucediendo en el turismo estatal. Fue renovada y convertida en hotel y hoy ofrece a sus visitantes la experiencia del estilo de vida de fines del siglo XIX y principios del XX.

“Temozón es muy sintomático del aprovechamiento de la comunidad local con la vida turística. Ese es uno de los grandes éxitos de Yucatán, que está ligando la expe

riencia del visitante con la forma de vivir de los yucatecos”, dice Chaillo. Si entras a Temozón, prácticamente todas las personas que ahí viven tiene algo que ver con el turismo: textiles, gastronomía y otras actividades, de acuerdo con el consultor.

Otro ejemplo de la diferenciación que ha logrado Yucatán son los recorridos por la Hacienda Vista Alegre, al sur de Mérida. A partir de alianzas con operadores, decenas de tours se canalizan a diario desde los cruceros que arriban a Progreso y de ahí se dirigen a la hacienda, que alberga la fábrica de licores de Casa D’Aristi, un negocio familiar de hace décadas.

Ahí pueden presenciar de primera mano todos los procesos de la elaboración de licores tradicionales en la Península, como el Xtabentún, producido con anís y miel; el Kalani, licor de coco, y Huana, licor de guanábana.

“Esto se relaciona con las tendencias internacionales”, dice Chaillo, “donde el turista quiere una atención personalizada, en hoteles más pequeños, con más oportunidad de conectarse con lo local”.

En el área de inversiones hay muchos grupos que le apuestan al estado, por ejemplo, el Grupo Mayaland, que opera en las dos zonas arqueológicas del estado y tiene instalaciones de primera, con más de 100 años dando este servicio.

En Mérida la oferta está más diversificada, con grandes cadenas como Hyatt, Fiesta Americana, Intercontinental y Presidente. Pero también están los hoteles de tamaño medio que se están renovando. Algunos ejemplos, dice Barbachano Herrero, son los que están en Paseo Montejo, los cuales estaban muy deteriorados, pero se están acondicionando para tener una buena presencia en la avenida más importante de Mérida.

“Sería exagerado decir que hay un gran auge en inversión turística de grandes hoteles con miles de cuartos, pero sí en una oferta que ahora tiene mucho éxito: los hoteles boutique, con menos de 15 cuartos. También Airbnb ha funcionado muy bien, al igual que hoteles de tamaño medio”, dice Barbachano.

Los pendientes

De acuerdo con los expertos, el potencial está ahí. Sin embargo, para poder aumentar el flujo turístico y diversificarlo dentro del estado, hay dos factores principales que deben atenderse: conectividad y promoción.

“Lo más importante es desarrollar algo que tiene que ver con la Península, pero afecta a todo el estado, y es el aeropuerto”, dice Barbachano Herrero. “No tenemos los vuelos directos que teníamos hace 30 años, como Frankfurt-Mérida o Miami-Mérida”.

El Dato.

260 mdp

Destinó el gobierno del estado para la construcción del Centro Internacional de Congresos (CIC).

De acuerdo con Sefotur, solo hay tres vuelos internacionales que viajan a Mérida: Houston, Toronto y La Habana, para el resto se deben buscar conexiones con la Ciudad de México, Cancún, Guadalajara y otras ciudades. “Para que la gente venga al estado, se deben promover más vuelos directos desde la Unión Europea, Estados Unidos o Canadá”.

Otro pendiente es la promoción, dice la empresaria. “Hoy llegas al aeropuerto y solo está Yucatan Today —una revista local de difusión turística—, es lo único que hay. Cubre muy bien, las noticias de Mérida pero para el resto del estado es realmente mínima la información”.

Hace falta, en opinión de Barbachano, una revista estatal que “promueva las visitas a otros destinos y brinde información sobre todo lo que puedes hacer aquí, que dignifique todos los servicios, con buena calidad y fotografía”.

Lo incierto: el Tren Maya

Uno de los proyectos anunciados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, está enfocado precisamente en mejorar la conectividad entre los principales destinos turísticos de toda la península. El proyecto fue recibido con hostilidad por algunos grupos, sobre todo indígenas y ambientalistas. Por su parte, el sector turístico se ha mostrado cauteloso ante las posibilidades de este desarrollo.

El proyecto tiene un buen diagnóstico, porque la idea es propiciar que la gente tenga una manera cómoda de internarse al país, dice Staropolsky, pero la duda es cómo implementarlo, porque no se conoce el plan ejecutivo.

Hace falta más información, estudios de mercadotecnia y de viabilidad, que demuestren que sí va a funcionar y habrá suficiente demanda.


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