Un cardenal le está dando la vuelta al mundo entero luego de que, durante su estancia en la Casa Santa Marta, pensó que el alcohol era gratis y consumió todas las botellas del minibar de su cuarto, pero al percatarse que se lo cobraron se molestó con la administración del lugar, así lo dio a conocer el arzobispo emérito Anselmo Guido Pecorar.
Durante las reuniones del cónclave en donde elegirá al próximo papa tras la muerte del papa Francisco, los 133 cardenales electores se alojaron en la Casa Santa Marta, una residencia vaticana de cinco plantas y confort moderno que ofrece aislamiento total.
Cardenal piensa que el alcohol es gratis en las reuniones del Cónclave
Según relató el arzobispo emérito Anselmo Guido Pecorar, de 79 años, al diario Corriere della Sera, y citado por la agencia EFE, uno de sus colegas cometió un error durante su estancia en la Casa Santa Marta.
Sin revelar el nombre del cardenal y tampoco su nacionalidad, Guido contó que su querido amigo pensó que todas las cosas en el lugar eran gratis por lo que invitó a sus colegas a platicar mientras degustaban licores del minibar de su habitación.
Luego de disfrutar el momento, al cardenal le hicieron llegar su cuenta, situación que le molesto, ya que no lo había imaginado.
“No puedo decirles su nombre porque es un querido amigo mío, pero un cardenal extranjero que pensó que todo era gratis invitó a algunos colegas a su habitación para charlar tras la cena y rápidamente terminaron todos los licores en miniatura del minibar. Sólo entonces los encontró en su cuenta y se molestó”, relató Pecorar.
¿Por qué cobraron el manibar en Casa Santa Marta?
Aunque el lugar es gestionado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y cuenta con autoservicio en el comedor, Casa Santa Marta funciona como un hotel, lo que ha llevado a malentendidos como el del minibar.
Esta residencia, donde también vivió el papa Francisco, se ha utilizado históricamente como hospicio y refugio diplomático, y hoy vuelve a convertirse en el epicentro de uno de los eventos más importantes de la Iglesia católica.
Mientras los cardenales se preparan para elegir al nuevo pontífice y enfrentan un aislamiento riguroso, sin celulares, televisores o radios, esta anécdota muestra que incluso en el corazón del Vaticano, los descuidos cotidianos no pierden vigencia.
APC