Considerada como la reunión más importante del sector vitivinícola del mundo, el 43º Congreso Mundial de la Viña y del Vino, se realiza hasta el 4 de noviembre con asistencia récord de expertos internacionales, investigadores, líderes y bodegas de 49 países.
La sede del congreso fue otorgada a nuestro país por la Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV) y está a cargo del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) con el apoyo de la Secretaría de Agricultura y el Gobierno de Baja California.
En este encuentro científico se discuten las acciones que permitirán garantizar el futuro del sector, sobre todo en materia de sustentabilidad y frente al cambio climático, cuyas consecuencias comienzan a ser evidentes en materia de agua, clima y tierra, generando nuevos retos a escala mundial.
Crecimiento, cuidando al medio ambiente
Luigi Moio, presidente de la Organización Internacional del Vino y la Viña (OIV), destacó que a pesar de la contingencia por covid-19 y los impactos externos como el cambio climático, el sistema productivo vitivinícola mundial no ha sufrido interrupciones y mantiene una tendencia al alza.
Expuso que el vino se ha impuesto como un fenómeno cultural mundial, sin embargo, es necesario impulsar “un programa de educación de esta bebida, para que el consumidor comprenda el alto valor cultural del producto”.
Al presentar las estimaciones sobre la producción mundial de vino en 2022, Pau Roca, director de la OIV, mostró su preocupación por el cambio climático, “se deben de tomar acciones continuas y no como una situación de emergencia, porque las sequías y la falta de lluvia son cada vez más constantes: debemos reconocer su regularidad en lugar de tratarlas como emergencias”, indicó.
Agregó que un reciente informe del Observatorio Global de Sequías indicó que casi dos tercios de Europa mantuvo estado de alerta por las olas de calor y la escasez de lluvia, un fenómeno que también se vivió en el resto del planeta: “la resiliencia y la capacidad de adaptación del sector de la vid y el vino es la clave de su propio futuro”.
De ahí que se deben de fomentar prácticas sostenibles en la producción del vino, poner un nuevo modelo económico, con el objetivo de conservar el planeta y sus suelos.
Al respecto, Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora de Baja California, aseguró que están trabajando para resolver los problemas a los que se enfrentan los productores de Baja California, que generan más del 70 por ciento de los vinos del país: “estamos solucionando los retos a los que se enfrentan como la distribución de agua, energía eléctrica y mano de obra, para lo cual se desarrolla un plan estratégico para abastecer del líquido al Valle de Guadalupe, principal zona vitivinícola”, indicó.
Por su parte, Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, del gobierno federal, recordó que en México se producen casi cuatro millones de cajas de vino al año en 15 estados productores, “las hectáreas para el cultivo de la uva se pueden incrementar, pero siempre con el cuido del medio ambiente”, indicó.
Vino mexicano al alza
Al presentar las estimaciones sobre la producción mundial de vino en 2022, Pau Roca detalló que la lista la encabezan Italia, Francia, España, Estados Unidos, Chile, Australia, Argentina, Sudáfrica, Alemania y Portugal; México se ubica en el lugar 13 y su consumo per cápita es de 1.2 litro por persona, “lo que indica que tienen un gran potencial para seguir creciendo”, señaló.
En este sentido, Hans Backhoff, presidente del Consejo Mexicano Vitivinícola, señaló que la uva y el vino nacional son un motor de bienestar y desarrollo, cuyo dinamismo se refleja en los más de 500 mil puestos de trabajo que genera y que lo convierten en la segunda fuente de empleos en el sector agrícola mexicano.
Resaltó que en México se destina una superficie de 35 mil hectáreas, de las cuales se obtienen alrededor de 452 mil toneladas de uva, en 15 estados productores, bajo cinco vocaciones distintas: uva pasa, uva mesa, uva vino, uva brandy y uva para jugos.
Agregó que la demanda del consumo del vino mexicano continúa en desarrollo: “tenemos 20 años creciendo a doble dígito y estamos llegando a 1.2 litro per cápita. También hay una preferencia por el vino mexicano: a partir de 2017 se convirtió en el favorito de los consumidores nacionales. Durante la pandemia, la lealtad por el vino mexicano se intensificó y ahora estamos más distantes del segundo lugar de las preferencias de los consumidores; no es tendencia, es un aspecto que llegó para quedarse”, puntualizó.
A su vez, la directora general del Consejo Mexicano Vitivinícola, Paz Austin, presentó la edición especial de un vino conmemorativo del 43 Congreso Mundial de la Viña y el Vino México 2022, con la participación de 22 enólogos y 23 compañías vinícolas, un tramo conjunto de todas las regiones productoras de vino nacional.
Dijo que fue después de la pandemia, “hemos aprendido que trabajando juntos hacemos de México un país importante y con metas logramos hacer de esta actividad productiva un éxito, como el diseño de un vino especial para ustedes; es la primera vez que se realiza un vino representativo del país para el congreso”.
Como parte de las actividades, se realizarán alrededor de 20 visitas técnicas por viñedos mexicanos en los que se mostrará las innovaciones que México realiza en sus campos. Algunos de los temas en los que México mostrará su liderazgo en la materia son: Enología, Viticultura Regenerativa, Arquitectura Sustentable, Enoturismo Sostenible y Autenticidad Vinícola.
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RRR