¿Refresco con cacahuates? Conoce esta peculiar costumbre que se atribuye a Durango

Esta rara combinación generó todo un debate en redes sociales sobre su origen. Esto es lo que sabemos:

Algunos defienden la teoría de su origen señalando que es propia de ciertos municipios duranguenses, como Rodeo y Pueblo Nuevo.
Durango /

En recientes fechas, a través de redes sociales se han difundido imágenes de una extraña combinación que rompe con todo lo conocido referente a los refrescos, ya que plantean consumirlos con cacahuates.

Entre los internautas se atribuye esta mezcla a una costumbre de consumo en el estado de Durango, sin embargo, ya existen opiniones encontradas pues muchos duranguenses salieron al debate argumentando que nunca habían escuchado sobre tal manera de consumir ambos productos.

Pero otros defienden la teoría de su origen señalando que es propia sólo de ciertos municipios duranguenses, como Rodeo y Pueblo Nuevo, que incluso lo consumen de esa manera desde que eran niños, aunque no faltaron los que lo atribuyen al vecino estado de Zacatecas.

Una de las teorías sobre su origen

No obstante, es el historiador gastronómico y autor de varios libros, Rick McDaniel, quien especula que esta práctica tiene sus orígenes en la década de los 20's, cuando fueron lanzados al mercado los cacahuates empaquetacos, coincidiendo con el estreno de la botella contorneada de la marca de refrescos Coca-Cola.

De esta manera, verter los cacahuates en la botellas surgiría como una solución práctica para la clase trabajadora que no contaba con tiempo ni un espacio para lavarse las manos, mientras que otras hipótesis señalan que se originó en respuesta a la comodidad de los conductores en modo manual o de quienes pueden seguir trabajando con sólo una mano.

Se convirtió en experimento

Sin embargo, la Sra. Corbett, una profesora de Georgia, fue más allá y convirtió esta experiencia en todo un experimento para sus alumnos de secundaria, a quienes les repartió un paquete como obsequio de la Junta Nacional del Cacahuate y les dejó una inusual tarea.

Dicha práctica escolar consistía en comer cacahuates, después darle un trago al refresco y por último verter el resto de los cacahuates en la botella para descubrir cuál era su sabor.

Ante esto, los estudiantes se vieron sorprendidos ante el gusto que adquirieron por esta rara combinación, que en su mayoría fue descrita como una sensación salada, dulce, efervescente y crujiente. 

GERR

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