En México siempre dicen que no hay edad para alcanzar tus metas y así fue como un hombre de 95 años alcanzó su objetivo de terminar la universidad e incluso ya considera enlistarse a otra. Ésta es la historia de David Marjot.
Éste hombre es un psiquiatra jubilado que se graduó por la Universidad de Kingston y además con una maestría en Filosofía Europea Moderna, lo cual hace que su caso resulte sumamente inspirador.
Y es que increíblemente el doctor terminó sus estudios luego de que pasaron 72 años desde que obtuvo su título de médico, es decir, el paso del tiempo no detuvo sus aspiraciones por mejorar y superarse profesionalmente.
El originario de Weybridge, Surrey, se planteó -después de lograr otro reto- ir por un doctorado, el cual podría acabar hasta que cumpla los 102 años; aunque por el momento se dijo orgulloso de haber concluido sus estudios.
No solamente se trató de hacer tareas y leer, también resultó un reto de trabajo duro -como lo llamó- porque a su edad el cuerpo cambia, no tiene el rendimiento que ofrecía y "mi memoria ya no era la que solía ser", puntualizó a medios locales.
"Es un poco arriesgado, lo principal es que si estás interesado entonces hazlo. Tuve la suerte de contar con profesores de talla mundial y fue una experiencia muy positiva. Creo que es importante seguir desafiándote a ti mismo incluso a medida que envejeces".
Estudios le ayudaron a superar la muerte de su esposa
Aunado a que fue una meta cumplida satisfactoriamente, para Marjot también resultó una terapia pues pudo mantener la mente ocupada luego de que perdiera a su esposa, con quien estuvo casado durante 65 años.
Stella Sandford, fue maestra y supervisora de tesis del hombre, reveló que fue agradable tenerlo como alumno porque su experiencia de vida, así como profesional ayudó a abonar buenos debates en clase.
"David llegó a Kingston después de haber tenido una carrera ilustre y aportó una gran cantidad de conocimientos y experiencia a las discusiones".
Puntualizó que tener ésta clase de diversidad enriquece la estancia tanto de alumnos como de maestros, porque esto permite acabar con la brecha generacional que suele romper cadenas de aprendizaje o conocimiento escolar.
"Sabemos que la diversidad en el aula hace que los debates sean más ricos e interesantes, y no debemos olvidar que esto incluye la diversidad generacional".
KVS