Algunos dicen que nunca es demasiado tarde para cumplir tus metas, y tal es el caso de Rene Neira, un estadunidense que había intentado graduarse de la Universidad desde la década de los años 50; sin embargo, la familia y el trabajo lo llevó a esfuerzos con intermitencia, hasta que llegó el definitivo.
Después de décadas de arduo trabajo, Neira logró lo que quería: un grado universitario, lo cual se hizo más emotivo al conseguirlo justo al mismo tiempo que su nieta, Melanie Salazar, reportó la cadena estadunidense CBS.
"En los años 50, comenzó la escuela, luego se enamoró y formó una familia", dijo Salazar aThe Uplift. "Luego regresó en los 80, los 90, principios de los 2000, y luego dio la casualidad de que regresó a la escuela nuevamente al mismo tiempo que yo comenzaba", agregó.
Hace unos años, Rene se inscribió en Palo Alto College, una colegio comunitario en San Antonio (Texas), en tanto Melanie estaba como estudiante del primer año. Luego, ambos se inscribieron en la Universidad de Texas en San Antonio.
Ella estudió comunicaciones, mientras que su abuelo logró el grado en economía. Y aunque no compartieron clases juntos, revelan que se llegaban a cruzar por el campus, comían juntos e incluso estudiaban juntos en la biblioteca.
"Él siempre tenía algo que decir, especialmente si sus profesores tenían opiniones diferentes a las de él", dijo Salazar que le contaba. "Y había ocasiones en las que un profesor hablaba sobre el pasado y decía: 'Oye Rene, viviste esa época, cuéntanos más sobre lo que recuerdas de ese tiempo'", y agregó que inspiraba a sus compañeros de clase.
Por si fuera poco, Neira se enfrentó a diversos retos durante los últimos años para lograr graduarse: pérdida auditiva, temporadas sin automóvil, la pandemia de covid-19 y también la baja médica de un semestre por un derrame cerebral.
Sin embargo, no se detuvo y la dirección de la universidad decidió honrarlo especialmente, por lo que desfiló en su silla frente a sus compañeros sobre ruedas con su nieta empujándolo al paso que mostraban su espíritu universitario.
"Es hermoso ver el final de un capítulo", agrega Melanie. "Antes de morir, antes de pasar, pudo caminar por el escenario, como había estado trabajando desde los años 50".
Precisamente unos días después de la graduación,
Rene cumplió 88 años, haciendo de su diploma el mejor regalo que podía esperar y por el que trabajó desde la década desde hace más de 60 años.
caov