En 2008, siete grandes amigas en China se hicieron la promesa de envejecer juntas. Aunque al principio fue una broma, con el paso del tiempo se volvió una sueño que ya están volviendo realidad.
Un día, las mujeres encontraron una propiedad en un tranquilo pueblo a 70 kilómetros de la ciudad de Guangzhou, en el sureste de la provincia de Guangdong. Pensaron que sería el lugar ideal para cumplir sus sueños y decidieron adquirir la mansión olvidada.
"Al principio era una broma. Dijimos que nos reuniríamos cuando tuviéramos 60 años y que viviríamos la vida de jubiladas juntas", dijo Jin Du a los medios locales.
Luego, empezaron a invertir para convertir el lugar en su casa de retiro. Esta transformación les costó alrededor de cuatro millones de yuanes (11 millones 61 mil pesos).
La casa es de 700 metros cuadrados y de tres pisos. Tras la remodelación, en la primera planta hicieron el espacio común: un amplio comedor y una cocina rural con vista al campo.
En los otros niveles, están las habitaciones individuales para cada una de las siete amigas. Éstas tienen enormes cristales por donde entra bastante luz. También hicieron una piscina exterior y un pabellón en medio del campo para tomar el té.
"Cocinaremos, haremos barbacoas en los campos, cantaremos y recogeremos comida de la aldea", dijo Jin sobre sus planes a futuro.
La mujer también dijo que cuando se jubilen serán mujeres independientes, pero que podrán comunicarse y confiar la una en la otra. Cada una se especializará en una actividad para estar en la casa como el cultivo, la cocina, medicina tradicional, música, entre otras.
lar