‘Chaparro Chuacheneger’ cuenta cómo se volvió viral en redes sociales

En entrevista para el podcast de Nayo Escobar, el hombre originario de Apodaca, Nuevo León, recordó cómo cobró notoriedad en las redes sociales.

El personaje viral | Instagram
Ciudad de México /

Alejandro Rodríguez se ha convertido en un fenómeno viral bajo el mote de Chaparro Chuacheneger, pues desde que irrumpió en las redes sociales en 2018 no ha dejado de crecer en cuanto a seguidores e impacto, al grado que ya protagonizó video musicales como El mujeriego, de Jhonny Rivera, y Feliz feliz, de Mi banda el mexicano.

Por este reconocimiento, el originario de Apodaca, Nuevo León, fue invitado al programa en YouTube de Nayo Escobar, donde contó cómo cobró notoriedad en las plataformas virtuales.

Primero, el Chaparro Chuacheneger reveló que empezó a trabajar en la adolescencia: “Estudié hasta la secundaria, ya no quise (estudiar), quería trabajar porque veía a mis hermanas que traían dinero y yo también quería traer dinero, y me metí a una bodega donde hacían cajas de cartón.


Sobre su salto a la fama en redes sociales, durante 2018, contó: "Yo trabajaba de soldador en un taller y me empecé a sentir cansado, me invitaban a trabajos y no de daban ganas”.

“Mi mamá me daba dinero, pero yo no salía ni nada, estaba cansado, y fue cuando hice un video donde dije que estaba embrujado para trabajar; yo lo dije porque para mí es la verdad, pero la gente lo tomó a juego. Y de ahí me empezaron a ver”, agregó.

Luego, contó que su sueño siempre fue tener impacto mediático: “Cada que estaba en una fábrica, ahí en el comedor que ponen una pantalla, salían los programas de Multimedios y decía: ‘Un día voy a estar ahí’, y se reían todos. Y se logró”.

El Chaparro contó que a la par del video donde aseguró que lo embrujaron para ir a trabajar, subía cosas a un grupo de Facebook: “Se llamaba Panda Blog y ahí todo el que subía una foto le llovía. Ahí me metieron, subí un video y me empezaron a criticar. (…) Me decían que era Tizoc y muchas otras cosas. Yo no lo hacía con la intención de pegar un video. En uno saqué un acordeón y dije: ‘Deja toco un huapango, pero como soy de Monterrey deje le toco una cumbia’, pero me salía bien feo y le gustó a la gente”.

“Después ese grupo lo quitaron y yo ya tenía mis seguidores, ya tenía muchos mensajes y contestaba, a todos les mandaba videos. Y ya desde ahí ya no fui a trabajar, ya no podía”, añadió.

Por último, Alejandro señaló que comenzó a ganar dinero por su trabajo en redes de manera fortuita: “A los que les mandaba video, ellos me depositaban; yo no les pedía nada, era de: ‘Ahí te va para un pollo asado’”.



hc

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