El Panteón Municipal de San Pedro, Coahuila, tiene tumbas famosas, historias macabras, pero también tiene anécdotas extrañas por parte de quienes se dedican a limpiar el inmueble y a velar el descanso eterno de los difuntos que ahí moran.
Veladores y trabajadores del campo santo, que prefirieron no dar a conocer sus nombres, señalan que en su estancia en este empleo no han visto tantas cosas extrañas, pero comentan que sí observan objetos enterrados entre las tumbas, frascos con fotografías en su interior y otros objetos personales de quienes tal vez, fueron víctimas de algún hechizo.
Señalan que cuando andan arreglando alguna tumba o escarbando alrededor, encuentran frascos u objetos personales de personas, impregnadas con sustancias que desconocen.
"Cuando encontramos esos objetos, por lo regular frascos, luego luego decimos 'es brujería', no creemos mucho en eso, pero es raro que justo en el Panteón y enterrados entre las tumbas, encontremos esos objetos... En los frascos, la mayoría de las veces encontramos fotografías, tal vez, de la persona a la que le hicieron el mal, sacamos eso y quebramos el frasco, o lo echamos entre la basura y en ocasiones los quemamos, dicen que así se deshacen los hechizos, que también dicen, unos son muy malos y las personas, hasta pueden morir", consideran.
Mencionan que ya hace tiempo que no encuentran nada de eso, a lo mejor, porque ya la tecnología superó a las o los brujos y ahora todo se hace por Internet, sin necesidad de andar por la noche, buscando tumbas y haciendo ritos malvados para enterrar el mal.
Destacan que el Panteón tiene mucha historia, es muy antiguo y los rumores siempre se dirán.
"De que sean verdad, quien sabe, pero de que existe la maldad, eso sí es cierto", recalcan.
GERR