La tarde de este sábado 15 de marzo, frete al Palacio de Bellas Artes, fue convocada una marcha emo con le objetivo de revivir a la tribu urbana que estaba en tendencia la primera década de los 2000.
Dicho recorrido será por las principales calles de la Ciudad de México: desde la explanada del Palacio de Bellas Artes, hasta la Glorieta de Insurgentes. Ante el panorama, muchas personas se han cuestionado sobre cómo fue la primera marcha emo, si tú también tienes la misma duda aquí en MILENIO te lo contamos.
¿Cómo fue la primera marcha emo?
En el México de 2008, dos tribus urbanas se disputaban el protagonismo en las calles: los emos y los punketos. Los emos, conocidos por su estética oscura y su pasión por el rock alternativo, destacaban con pantalones ajustados, camisetas negras y flecos que cubrían sus ojos.
Por otro lado, los punketos, con su estilo mohicano, botas negras y actitud rebelde, se veían como una amenaza para los emos, lo que dio pie a un conflicto que marcaría la historia de las tribus urbanas en la Ciudad de México.
La fecha clave fue una tarde de marzo de 2008, cuando los emos, cansados de ser blanco de burlas y ataques en redes sociales, decidieron organizar una manifestación pacífica en la Glorieta de Insurgentes, Ciudad de México.
A través de plataformas como Hi5 y Metroflog, se convocó a todos los integrantes de la tribu para reunirse en este emblemático sitio de la ciudad, famoso por ser punto de encuentro para los jóvenes. El propósito era claro: pedir respeto y visibilidad para su subcultura.
¿Cómo atacaron los punketos a los emos?
Sin embargo, el evento no transcurrió como esperaban. Aunque los emos llegaron en masa, la manifestación pronto fue interrumpida por un grupo de punketos que, pese a ser numéricamente inferiores, no tardaron en comenzar a provocar a los jóvenes emos.
La provocación no tardó en escalar, y los emos, en un acto de defensa, respondieron con agresividad, arrojando botellas y objetos a los punketos.
La tensión aumentó rápidamente, y a los punketos se sumaron metaleros y góticos, lo que desató una pelea masiva en pleno corazón de la ciudad.
A medida que la trifulca se intensificaba, llegaron granaderos para intentar restaurar el orden, sin mucho éxito. La escena era caótica: jóvenes con pantalones ajustados y flecos luchando por su ideología en un enfrentamiento físico que sorprendió a todos.
Finalmente, el caos fue frenado por la intervención de un grupo de krishnas, quienes, con alabanzas y un mensaje de paz, lograron calmar los ánimos.
La pelea cesó, y los jóvenes comenzaron a dispersarse, ingresando lentamente a la estación de metro Insurgentes, dejando atrás el recuerdo de una de las confrontaciones más extrañas en la historia de las tribus urbanas en Ciudad de México.
Así se vivió el enfrentamiento entre emos y punketos
APC