El artista mexicano Montufar ha tocado las fibras más sensibles de los seres humanos con una serie de videoclips que evocan a la soledad y la tristeza de una forma extrañamente liberadora.
Suena el teléfono, pero no hay respuesta. El mensaje va directo a la contestadora, es la voz de una joven mujer que habla en inglés: Hey! I’ve been trying to reach you all day but, i think you’re busy or just not in the mood to talk to me. Mientras tanto, corren imágenes de una ciudad repleta de gente, pero a la vez tan vacía.
Es un clip tristísimo que apenas dura unos segundos, tiempo suficiente para destrozarte. Este video existe en la página de Instagram: @cosasdemontufar, junto a otros 12 similares, todos adictivos y potencialmente peligrosos al revivir sentimientos olvidados y depresiones.
“Cada vez que sentimos algo por alguien, empezamos a recordar momentos de la vida, imágenes en nuestra cabeza que nos hacen sentir”, describe sus clips. “Actúan como recuerdos”.
No son cosas que le hayan pasado, pero su habilidad para escribir le permite plasmar historias que le han contado sus amigos, las mezcla con ficción. La inspiración también llega de conversaciones que escucha. Montufar, como individuo, trabaja en antros y una tienda de ropa. En esos lugares escucha muchas cosas.
“Todos los personajes son mujeres. Las grabo como diciendo a alguien lo que piensan, pensamientos reales, nada exagerado, nada de novela”, comenta.
Aunque parezca contradictorio, estos videos han ayudado a mucha gente a salir de momentos complicados. “No me siento tan solo cuando veo tus videos”, le confesó alguna vez un seguidor. “Hasta me dicen que de vez en cuando ven mis videos para sentir algo de paz”, dice Montufar.
Esa nunca fue su intención, pero los videos sirven como compañía. “Mi trabajo es algo más íntimo; algo que no pueden encontrar en un ser humano lo pueden hallar en alguien que ni conocen. Así yo veo el arte de gente que admiro mucho”.
El diálogo nace de un instinto inconsciente que a veces ni él mismo entiende. Sin pensarlo, los elementos están ahí. Sus inspiraciones son cinematográficas, como la película Y tu mamá también de Cuarón, de la que toma la esencia de la narración.
No son imágenes de stock. Montufar las ha grabado él mismo en diferentes momentos; les agrega la música y se apoya de actrices para la voz en off. Las ciudades son reales: Ciudad de México, París, Santa Mónica, San Antonio… todas ellas comparten la misma soledad. “Conoces a mucha gente y al final eres solo tú, no tienes compañía”.
El joven músico reside en los Estados Unidos. Pronto lanzará su primer sencillo como solista titulado Ojos. Él solo estaba pensando en una forma de invocar más gente para que conociera su proyecto, pero creó la página Cosas de Montufar, que después cobró vida propia.
No hay videos similares en la web. Ha creado un estilo, aunque no sabe cómo definirlo, solo los llama: videos nostálgicos subliminales, recuerdos en vídeo.