En México existen miles de remedios caseros que nos enseñaron las abuelas para curar ciertos males, como las pomadas de árnica para aliviar dolores y heridas, o la miel con limón y ajo para curar los síntomas del resfriado.
Hay uno en particular que nos enseñaron para “curar el espanto” que consiste en comernos un bolillo o pan blanco para recuperarnos de un momento de angustia o de algún susto por el que hayamos pasado, pero ¿Qué tan cierto es este remedio?, ¿Realmente funciona?
De acuerdo con la Biblioteca de la Medicina Tradicional Mexicana comer un bolillo o incluso una tortilla fría ayuda a asentar el estómago, que es donde “se manifiesta el susto”, pues al pasar por un momento de tensión o angustia el estómago incrementa la producción de jugos gástricos y no es recomendable tenerlo vacío.
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Este remedio tiene una explicación, y para entenderlo necesitamos saber qué es lo que pasa en nuestro cuerpo cuando nos asustan o bien cuando entramos en un estado de estrés o tensión cuando nos vemos en una situación de peligro.
De acuerdo con la Facultad de Medicina de la UNAM el “susto” o “espanto”, puede definirse como un impacto psicológico de intensidad variada que se padece a consecuencia de diversos factores. Algunos de los síntomas pueden ser falta de apetito, frío en las extremidades, palidez e inquietud y dolores de cabeza y en algunos casos diarrea o vómito.
Entonces, si bien es cierto que cuando el cuerpo experimenta por un nivel mayor de estrés o tensión, puede haber una mayor secreción de jugos gástricos y bilis, ésta se puede calmar con cualquier alimento, no solo con el bolillo.
AANH