A una figurilla de barro, perteneciente a la cultura huasteca, le atribuyen un hechizo el cual afecta a quienes la han tenido, señala el cronista vitalicio de Pueblo Viejo, Martín Pérez San Martín. Se trata de la leyenda de la "sonaja hechizada", una pieza arqueológica de aproximadamente 15 centímetros de largo.
El cronista vitalicio de Pueblo Viejo menciona que cuando se construyeron las oficinas de lo que actualmente es el DIF municipal, se hizo la recomendación a los trabajadores que en caso de encontrar objetos de la cultura huasteca, fueran entregados a la biblioteca.
Ya que al tener conocimiento de que en esta región hay muchos vestigios, podría registrarse un hallazgo y así sucedió.
Recuerda que la gran mayoría de los trabajadores entregaron los hallazgos, salvo uno que se quedó con “la sonaja hechizada”. Pero días después de llevarse la figura, junto con su esposa, buscaron al cronista.
La mujer le comentó que su esposo, desde que encontró la pieza arqueológica, comenzó a sentirse mareado y tener otros malestares, por lo cual dedujeron que se trataba de un maleficio que poseía ese vestigio huasteco.
Pérez San Martín comenta que en el momento que tocó la estatuilla, comenzó a tener constantes mareos, por lo cual esta experiencia descarta que solo se trate de alguna leyenda, ya que fue una situación que él también experimentó.
Tras el paso del tiempo “la sonaja hechizada” fue colocada junto a otras estatuillas de barro en una especie de anaquel ubicado en la biblioteca pública del municipio de Pueblo Viejo.
Reconoce que desde ese instante los supuestos malestares causados por los hechizos se calmaron.
El cronista, pidió a la población en general que en caso de encontrar cualquier vestigio de la cultura huasteca que sean entregados a las autoridades locales a fin de darle un buen tratamiento y que crezca el acervo cultural del municipio.
EAS