El Santo Niño de Atocha es uno de los santos más populares en México y Centroamérica, sin embargo se ha convertido en un símbolo de devoción de algunos de los delincuentes más famosos como Pablo Escobar y la familia de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quienes les piden salud y protección en las situaciones más difíciles.
De acuerdo con Desde la Fe, la adoración del Santo Niño de Atocha se extiende en los estados de Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí y Chiapas, donde se construyeron varias iglesias en su honor, además de otras partes de México y en el sur de América.
El Santo Niño de Atocha se le representa portando un sombrero de ala, capa de peregrino, un bastón, acompañado de un “calabazo” para llevar agua y una canasta para llevar pan.
Una imagen que representa la vestimenta tradicional de los españoles en Atocha, lugar donde llegó la invasión de los moros, usando a los cristianos como prisioneros.
Historia
Durante la invasión de los moros (musulmanes) hacia España, la ciudad de Atocha fue uno de los lugares afectados por la invasión. Los prisioneros cristianos no podían tener visitas de nadie, excepto de niños pequeños que llegaban a repartir agua y pan.
Según la leyenda, el Niño Jesús (el Santo Niño de Atocha) hizo su aparición para acompañar a los prisioneros en sus momentos más difíciles, además de llevarles consuelo y alimentos.
A partir de ahí, representaron a el Santo Niño de Atocha como un niño peregrino con huaraches. Tiempo después, con la llegada de los españoles a América, trajeron su devoción a los trabajadores europeos que se encontraban en las minas de plata, para después esparcir la devoción con el resto de los habitantes.
¿Qué se le pide?
Cuenta la leyenda que los prisioneros cristianos y creyentes, fueron acompañados por el Santo Niño de Atocha, recibiendo alimentos, agua y un milagro, debido a que después de comer, los prisioneros observaron que la canasta y el calabazo del niño seguían completamente llenos.
Ante este milagro, los devotos llevaron la tradición a América, donde varios delincuentes que se encontraban en prisión, adoptaron la fe, ya que el Santo Niño de Atocha se ha convertido en una imagen de “salvación” en las celdas.
Por eso, recientemente, la imagen del santo se ha visto en varios delincuentes famosos como Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo” Guzmán.
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