En Tamaulipas se tiene variedad de insectos que pueden ser consumidos y tienen una gran cantidad de proteína, sin embargo no la población de esta entidad no tiene la cultura de consumirlos y esto se debe a su cercanía con Estados Unidos.
La investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Karla Flores Maldonado, explicó que en México se consumen alrededor de 300 especies de insectos, cien más que en China.
“En México se comen escarabajos, mariposas, polillas, abejas, avispas, hormigas, saltamontes, grillos, pulgones, cigarras y chinches, entre otros. Se consumen aproximadamente 300 especies de insectos”.
En el caso de Tamaulipas, dijo que también se tienen insectos que pueden ser integrados a la gastronomía, pero debido a la cercanía con Estados Unidos, en el estado la cultura alimentaria está lejos de considerar la entomofagia.
“Para fomentar el consumo de insectos se necesita aprenderlo en el núcleo familiar, de generación en generación. Difícilmente se puede educar sin esta parte; tendríamos que reeducarnos. Tamaulipas tiene escamoles, chicatanas, pero no tenemos la cultura de su consumo”.
Altos en proteína
En términos nutricionales, detalló que una hamburguesa sencilla, de 245 gramos, contiene 8.5 por ciento de proteína y 17 por ciento de grasas, mientras que 100 gramos de abejas contienen 90 por ciento de proteínas y 8 por ciento de grasas.
Historia
La doctora en Ciencias por el Colegio de Posgraduados e investigadora de la FIC-UAT, expuso que, aunque se trata de una cultura añeja en el país, no se ha aprovechado adecuadamente el consumo de insectos.
Explicó que la entomofagia es un nicho de oportunidad para aprovechar y consumir los insectos de forma responsable.
Indicó que los mexicanos tienen una larga historia comiendo insectos, y que este es un nicho de oportunidad para, en el futuro, consumirlos responsablemente, pero hasta ahora no se han explotado como deberían esas fuentes de proteínas.
“La entomofagia nació como una alternativa de alimentación para zonas marginadas de países en desarrollo, pero debe manejarse de manera sustentable para que pueda llegar a las comunidades y sea factible económica y socialmente”.
Precios
Mencionó que en países como Francia, Suecia y Bélgica están observando a los insectos como un negocio, ya que hay mucho potencial de expansión para el consumo.
Detalló que un kilogramo de escamoles (larvas de hormiga) puede llegar a costar hasta 2 mil 500 pesos; el de hormigas chicatanas, 2 mil 200 pesos; el de gusanos de maguey (palomilla) 2 mil 500 pesos; el de chapulines, 570 pesos; y el de jumiles (chinches de tierra), 3 mil 752 pesos.
EAS