El 'niño viejo' de Durango, la perturbadora leyenda que podría tratarse de un infanticidio

Este caso ocurrió a principio de abril de 1813, en lo que hoy es Santiago Papasquiaro, fue informado hasta al gobernador. Aquí te contamos la historia.

El relato narra que un bebé comenzó hablar con la elocuencia de un adulto con tan sólo cuatro días de nacido. (Carlos de Haes)
Durango, Durango /

Durango está plagado de historias y anécdotas que hablan de sus costumbres y tradiciones, así como de algunos hechos paranormales que mezclan la realidad con el imaginario colectivo de sus pobladores.

Siendo una tierra rica en leyendas, la que más destaca es la del llamado "Niño viejo", la cual tiene lugar a principios de abril de 1813, en lo que ahora es el municipio de Santiago Papasquiaro.

El popular relato narra que un bebé comenzó hablar con la elocuencia de una persona adulta con tan sólo cuatro días de nacido.

La primera en ser testigo de tan asombrosa proeza fue su hermana de siete años que mecía su cuna, pues el niño le dijo "No des tan recio a la cuna, porque me duele la cabeza", lo que espantó a la menor que corrió a contarle lo ocurrido a su madre.

La mujer, al tratar de calmar a su hija y creyendo que se trataba de su imaginación, acudió a mecer la cuna, topándose con la misma frase por parte del bebé.

Al no dar crédito a lo sucedido, la mamá del niño dio aviso al cura, quien a su vez informó al alcalde, por lo que no tardaron en apersonarse ambos en la casa, al igual que otros vecinos que se enteraron de los hechos.

El sacerdote no dudó en mecer la cuna para ver si lo que decía la mujer era cierto, lo que provocó de nueva cuenta la queja del niño.

“Señor cura, me duele la cabeza; no mezca ya nadie la cuna, ni usted, ni el señor alcalde, ni Don Fulano, ni Don Zutano", indicó el niño mencionando el nombre de todos los presentes.


Esto generó expresiones de asombro generalizadas en la habitación, por lo que se le pidió a la madre que tomara a su hijo para inspeccionarlo y comprobar que se trataba de un recién nacido.

Aún con incredulidad y la ignorancia de la época, el alcalde sugirió degollar al menor, lo que provocó la respuesta del bebé.

“Degollaron al Cura Hidalgo, que era más inocente que yo, no será mucho que conmigo hagan lo mismo”, externó.

Estas referencias escandalizaron aún más a los presentes, quienes empezaron a especular sobre una presunta reencarnación y la información que el menor pudiera tener sobre la insurrección de Independencia, por lo que se creó un expediente del caso, firmando como testigos José Antonio Berúmen y José del Carmen Díaz.

Posteriormente se dio informe al gobernador de Durango, después de lo cual la carpeta quedó inconclusa, por lo que se desconoce lo que sucedió con el niño después.

Sin embargo, dado la ignorancia y fanatismo de la época, el historiador Everardo Gamiz Olivas menciona en su libro Leyendas Duranguenses, que el bebé pudo fácilmente ser degollado, lo que justificaría que dejaran trunco el expediente.

GERR

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