Un niño de 9 años de Connecticut acudió al Yale New Haven Children's Hospital con una sensación extraña y zumbidos en su oído derecho. No sentía dolor y escuchaba bien, pero cuando los doctores examinaron el interior encontraron una garrapata.
El doctor Erik Waldman encontró una garrapata implantada en la membrana del tímpano derecho y la zona estaba rodeada de tejido inflamado.
El médico intentó quitarla del oído, pero el pequeño animal se movió del lugar, dijo el doctor David Kasle al New England Journal of Medicine.
"En cualquier niño es difícil extirpar un cuerpo extraño de una oreja, pero este caso era especialmente difícil. Las partes de la boca de la garrapata con las que se sostienen y chupan la sangre estaban incrustadas, clavadas en la superficie. Si hubiéramos tirado hacia afuera causaría un dolor indescriptible y podríamos haber rasgado la membrana", informó el doctor Kasle.
Para solucionar el problema llevaron al niño a la sala de cirugía, lo anestesiaron y con utensilios muy finos quitaron la boca de la garrapata. De inmediato analizaron el ácaro y descubrieron que se trataba de una garrapata de perro.
Es un caso que no es muy común, ya que estos insectos son descubiertos antes de fijarse en alguna zona.
RV/RL