Hace unos meses, en México causó revuelo el caso de un chef que exhibió a una influencer que le pedía intercambio en su restaurante; buscaba comer ‘gratis’ a cambio de algunas imágenes y menciones.
En medio de la polémica de si se debe o no hacer, en España surgió un caso similar, aunque en esta ocasión, el afectado fue el negocio. Y es que el youtuber se molestó con una empleada que le cobró lo que comió en un restaurante, pues ese no había sido el trato, por lo que su actitud desató que una horda de haters que se lanzaran en contra del local con diferentes reseñas de Google.
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¿Qué pasó? Resulta que el influencer Borja Escalona hacía una trasmisión en vivo mientras recorría las calles del municipio de Vigo,en Pontevedra, Galicia, cuando se le antojó comer en el reconocido restaurante A tapa do barril.
Ya en el lugar decidió comer unas empanadillas. Una vez acabó, el influencer intentó irse sin pagar. Sin embargo, una empleada le pidió pagar los 2,3 euros. Visiblemente indignado, dijo que sólo él estaba promocionando el establecimiento, como lo hacía en otros lugares.
”Espera porque estamos en un problema; porque entonces tengo que cobrarte yo esta promoción que acabamos de hacer”, dijo el influcner.
La mesera continuó con su postura de cobrarle, pues para promoción debía verlo con los dueños del lugar. Por su parte, el influencer aseguró que su acción le saldría más cara, pues al restaurante le llegaría una cuenta de 2 mil 500 euros por la publicidad que les hizo:
“Te va a salir un pelín más caro… Les va a llegar una factura de la promoción que acabo de hacer, que son 2 mil 500 euros”, mencionó.
El influncer terminó pagando, no quiso recibir dinero a cambio y hasta pidió a sus seguidores que no hicieran una mala reseña del lugar en Google, algo que causó el efecto contrario, pues una horda de seguidores criticaron el lugar.
Ante el acoso, el restaurante mencionó que ellos sólo cobran por su servicio y que no había nada malo en ello:
“Cobrar por nuestro trabajo ha supuesto decenas de puntuaciones negativas en nuestro perfil de Google (personas que nunca han comido ni una de nuestras empanadillas) y llamadas a nuestro negocio insultando a nuestro equipo”, se lee en la cuenta oficial del restaurante en Instagram.
Por otro lado, el influencer también ha recibido mensajes de odio. Además de que perdió sus canales de YouTube:
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