¿Sigue sin hogar? Bean, el gatito que nadie quería adoptar por su cara de "mal humor"

Bean pasaba sus días como vagabundo en un parque de remolques hasta que fue rescatado y trasladado a un refugio.

Bean, el gatito que nadie quería adoptar (Instagram).
Ciudad de México /

Darle un hogar a perros o gatos que viven en la calle es una de las acciones más nobles que existen, ya que les brindas una segunda oportunidad y mejoras su calidad de vida. Hay historias de adopción que siempre generan sorpresa y recuerdan que las apariencias engañan, tal es el caso de Bean, un michi al que nadie quería llevar a su casa debido a su cara de "mal humor".

Bean pasaba sus días como vagabundo en un parque de casas rodantes hasta que llegó a un refugio en Alemania. Cuando fue rescatado, el gatito sufría de una severa infección en los ojos, además de otras afecciones. Nunca antes había tenido un hogar ni disfrutado del amor de una familia. 

Aunque ya contaba con un techo, el michi era ignorado por la gente que visitaba el refugio o miraba las fotos de los animales en adopción en el sitio web. Sin embargo, su vida estaría por cambiar cuando una joven de nombre Francisca Franken vio de casualidad su imagen en internet. 

En cuanto lo vio Francisca Franken se dio cuenta de que Bean era un gato inusual, pero especial. Tiene un rostro plano, una actitud dura y unos ojos tristes. 

"Vi su foto y me enamoré en cuanto la vi. Bueno, al principio me reí porque las imágenes eran muy divertidas y nunca antes había visto un gato así", mencionó en una entrevista con The Dodo. 

Del rechazo al amor

La joven escribió a los encargados del refugio que poco después se comunicaron con ella, pues estaban sorprendidos de que estuviera interesada por Bean.

"Recibí una llamada de una señora amigable del rescate que me preguntó si Bean era realmente el gato que quería solicitar porque, aparentemente, nadie se había interesado por ella antes... La mujer que me llamó estaba asustada de que simplemente presioné el botón equivocado o algo así", contó. 

Días después Francisca Franken visitó al gatito en el albergue donde terminó de enamorarse de él y sin pensarlo dos veces concluyó el trámite de la adopción.

"Empecé a llorar cuando entré en su habitación porque estaba muy abrumado. No era en absoluto lo que había imaginado, era mucho mejor... Muchas personas que la vieron en el refugio dijeron que era feo , pero creo que es lo más perfecto que existe", añadió.

La nueva vida de Bean, el gato de los ojos tristes

Ya en su nueva casa, Bean era excesivamente cariñoso con Francisca, aunque esto poco a poco disminuyó y mostró otra faceta de su personalidad que terminó de conquistar a la joven. 

"Creo que luego se dio cuenta de que no necesitaba 'fingir' así y que nunca la dejaría ir de nuevo. incluso si dejó de ser tierna y tierna, entonces comenzó a mostrarme su lado atrevido. Pero eso me encantó porque dejó que sus verdaderos colores brillaran", comentó. 

amt

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