Después de que las imágenes de un oso negro que “convive” con algunas personas en el Parque Ecológico de Chipinque, en Monterrey, se volvieran virales, las autoridades de esa entidad resolvieron de principio que el ahora oso bautizado como “Chipín” fuera trasladado a un zoológico, por lo que se solicitó el apoyo de Invictus, un santuario hidalguense que da protección a animales en peligro de extinción para proceder a que tengan calidad de vida.
Sin embargo, esto aún no está decidido, por lo que la directora de la Fundación Invictus, Érika Ortigoza, continúa en pláticas para saber sobre la decisión del futuro de Chipín, un oso negro que tiene entre tres y cuatro años de edad, quien actualmente se encuentra en su zona de vida salvaje, que forma parte de este Parque regio.
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“Estamos en pláticas para saber qué podemos hacer para ayudar a Chipín, es un animal de vida silvestre, tiene todos los riesgos: el hacer la captura, reubicarlo, por lo que se tiene que tener el riesgo para que pueda tener una oportunidad de poderlo reinvidicar, por lo que estamos en comunicación con la Secretaría de Medio Ambiente, con Parques y Vida Silvestre del Estado de Nuevo León, así como con titulares, y tendré una plática con el director de Inspección y Vigilancia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a nivel federal para ver qué es lo que procederá.
“Nosotros estamos en el dicho, tenemos todo para atender a Chipín y poder ayudarlo, respetando cualquiera que sea la decisión, pero no respetaremos que la elección sea a un zoológico para un animal de vida libre”, expuso Ortigoza.
Y es que fue esa la opción que se manejó de principio, pero “sería una indignación social y hay una disposición que subrayó Parques y Vida Silvestre, y que con el entendimiento de la Profepa lo sea, porque para poder reubicar a este oso, que está en peligro de extinción”, por lo que indicó que la opción sería llevarlo a un santuario de vida silvestre, a donde han enviado a diferentes especies de animales, aunque aclaró que para ello sería un camino extenso, “porque para ver la exportación de este animal, a través de este convenio internacional y para llevármelos a Estados Unidos, es un mundo de papeleo, pero aquí con el conocimiento de vida libre el oso no merece ser condenado a vivir en un zoológico, sería condenarlo a la muerte”, señaló.
Ante esta situación, hizo un llamado a que se regulen acciones para que las y los visitantes a este Parque Ecológico de Monterrey también respeten el lugar, “y que sean al nivel a las que se les está poniendo al oso”, ya que dijo “la incidencia con osos es el día a día y, en este caso, Chipín la sociedad lo ha cobijado y sancionado por ser oso, por lo que este pequeño ejemplar, por voz del titular de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, el ingeniero Gustavo Treviño, se pronunció esta semana que el animal debía ser capturado para llevarlo a otro lugar del estado o bien, reubicarlo en un zoológico, pero esto último ha causado descontento”, indicó.
La reincidencia a visitar lugares donde hay humanos ha sido constante por Chipín, por lo que se ve que el oso ya no le tiene miedo al humano, además que esto le provoca mayor curiosidad, por lo que se pensó en enviarlo a un zoológico pero, por desgracia, “en México no hay institución alguna o santuarios para ofrecerle el bienestar con respecto a necesidades de superficie que requeriría para que desempeñe sus destrezas, por lo que queremos apoyar a las instituciones de Nuevo León con el fin de buscar el bienestar de Chipín”, concluyó.