Desde el Puerto Industrial de Altamira se han reportado avistamientos de manatíes, lo que motiva a ambientalistas a emprender una investigación para determinar si efectivamente la especie está presente en la costa del sur de Tamaulipas y salvaguardarla.
Y es que una de las principales amenazas que actualmente enfrentan estos animales es la pérdida, degradación o fragmentación de su hábitat.
Al estar en peligro de extinción, se les ha protegido desde 1921, año en que por decreto se prohibió su caza.
El biólogo José de Jesús Rojano Rodríguez, afirma que estudios previos han mostrado bajas densidades de manatí en el sur del estado, específicamente hacia Altamira, observándose una aparente preferencia de las hembras con cría hacia este sitio importante para su población.
El también responsable técnico en vida silvestre, certificado por Semarnat, señala que con la colaboración de Save the Manatee Club, organismo no gubernamental, así como universidades, industria y ayuntamientos se busca armar una cruzada en favor de los manatíes, que están protegidos también por la Norma 059 de Semarnat 2010.
- Te recomendamos Manglares: los aliados contra el cambio climático Medioambiente
Explica que esta Norma Oficial Mexicana tiene por objeto identificar las especies o poblaciones de flora y fauna silvestres en riesgo en la República Mexicana.
La última vez que se observó uno de estos animales fue en las aguas del canal de navegación sur del puerto de Altamira, hace aproximadamente seis años, por lo que se busca efectuar un estudio para conocer el status real de esta especie en la zona.
Aquella ocasión, del avistamiento se dio aviso para que Semarnat procediera a confirmar, capturar, y en su caso reubicar al manatí ante el riesgo de resultar lastimado durante las maniobras de los buques. Rojano Rodríguez, es quien se ha dado a la tarea de encabezar los esfuerzos, con apoyo del club Salvadores de Manatíes, que está muy interesado en el proyecto, al igual que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
“De su existencia tenemos también testimonios de pescadores, es una especie de suma importancia para la comunidad, no es invasora y en nuestra zona está distribuido hacia las partes lagunares y el puerto de Altamira”.
Se estima que el también conocido como vaquita marina se encuentra en toda la costa de Tamaulipas, y de ubicarlo se procederá a su rescate, para procurarle un sitio óptimo para su supervivencia. El especialista reconoce no será una tarea fácil pues implica un trabajo de equipo que requiere muchas voluntades y esfuerzos.
“Aquí en la zona se considera la existencia del manatí como un mito y creemos que no es así, aquí hay, pero ha sido olvidada su presencia”, sostiene.
Aunque se han reportado hallazgos de manera aislada, la idea es ir fomentando su localización, buscarle un lugar y saber qué hacer cuando se detecte.
Para poner en marcha el proyecto, es necesario conocer a fondo al mamífero, por lo que se lleva a cabo una labor de capacitación a biólogos, médicos veterinarios, educadores y todo a todo aquel interesado en involucrarse en el tema.
Rojano Rodríguez explica que existen tres especies principales de manatíes en el mundo: africano, amazónico y antillano; para el litoral costero mexicano la subespecie que se pretende reintroducir es Trichechus Manatus Manatus.
“Es una especie endémica de México y no es invasora. Es importante destacar su importancia ecológica, cultural y los beneficios que su estudio traerá a los estudiantes en la materia”.
Se enseña cómo localizarlo, atenderlo, revisarlo, transportarlo y curarlo, además de determinar si es macho o hembra, y si es pequeño conocer la preparación de la fórmula para amamantarlo en caso de encontrarlo sin su madre.
“Es un tema más de práctica, por lo que se harán simulacros en campo para saber cómo actuar ante la presencia de un manatí. Para ello se está buscando un sitio natural propicio”, agrega.
El investigador subraya que también cuentan con testimonios de pescadores de la zona que refieren haber visto manatíes, de ahí la necesidad de saber qué hacer ante un posible hallazgo y tener ese sitio temporal de permanencia.
Como parte de los trabajos, se han hecho estudios en la zona lagunar costera para determinar profundidad, salinidad, sedimentos superficiales, temperatura y hábitats bentónicos.
El objetivo es generar un mapa de probabilidad de ocurrencia del manatí en los sistemas costeros locales, en función de su hábitat. Los resultados se compartirán con la Comisión de Vida Silvestre de Semarnat, para el rescate de la especie con amenaza de extinción.
El entrevistado explica que una vez evaluado y analizado el potencial de la especie en la zona, se presentará al Save the Manatee Club en Florida, Estados Unidos, organismo con el que se firmará un convenio para obtener su apoyo en recursos técnicos para garantizar el macroproyecto.
El objetivo de este grupo es proteger a los manatíes y sus frágiles sistemas acuáticos en todo el mundo, aumentar la conciencia pública y la educación sobre la difícil situación de la especie y sus hogares acuáticos, proporcionar fondos y suministros para la investigación, rescate, rehabilitación y esfuerzos de liberación.
Se busca implementar fuertes medidas de protección y emprender acciones legales cuando sea necesario, pues están en peligro en todo el mundo.
“Se va a crear la Red de atención de varamientos para auxilio a manatíes en emergencia. Para proteger este valioso recurso es importante reducir las causas de su muerte, ya que él no es como las ballenas y los delfines, está más cerca a nuestras costas y a nosotros mismos”.
Detalla que el frío extremo es uno de los factores por los que mueren, así como los fuertes nortes, que los desvían y los dejan varados, por lo que se requiere hacer recorridos después de esos eventos, con equipo especial.
Se visualiza que un día haya un lugar donde los alumnos de escuelas puedan acudir a ver los manatíes y convivir con ellos. En el equipo de trabajo participan los biólogos Luis Cárcamo Gómez, Gabriel Cruz Reséndiz, Juan Suastes Olvera, entre otros.
Pretenden, finalmente, crear un sitio como el de Conservadores de la Biodiversidad, donde cuidan, alimentan y revisan especies rescatadas, y si están en buen estado, de ser posible la regresan al mar.
“No estamos trabajando a la deriva, nos apoya Florida, no todavía al 100% porque primero quieren saber si realmente en la zona existe el manatí y existen las condiciones”.
Ese organismo, trabaja en la preservación de 7 mil manatíes bajo su responsabilidad. Rojano Rodríguez comenta que el municipio de Altamira tiene un anteproyecto y consiste en que por medio de estos animalitos se pueda combatir el lirio acuático, que es una especie muy prolífera en nuestras lagunas, pero también muy dañina, pues en determinado momento empiezan a generar residuos formadores de sedimentos que hacen que las lagunas pierdan sus características originales.