Una multitud enfurecida mató alrededor de 300 cocodrilos en un criadero de Sorong, Indonesia, en venganza por la muerte de un hombre de su comunidad.
El hombre de 48 años, entró accidentalmente al lugar donde tenían a los animales en cautiverio en busca de hierba para sus vacas.
Según protección animal, uno de los cocodrilos lo mordió en la pierna y posteriormente le dio un fuerte golpe con la cola provocandole una herida de muerte.
Miembros de la familia del fallecido y otros habitantes de Sorong, se quejaron con la policía por la presencia de este criadero en una zona residencial.
La policía, les dijo que el propietario del criadero estaría dispuesto a pagar una indemnización a la familia de la víctima, sin embargo, esto no calmo a la población e irrumpieron en el reciento armados con cuchillos, maches y palas.
Mataron a casi 300 cocodrilos, en su mayoría crías y varios adultos que alcanzaban hasta los dos metros de largo, por poco terminan con el total de los reptiles que se encontraban en el criadero.
La policía y miembros de la agencia de protección animal intentaron intervenir pero fue imposible detener a los atacantes, ya que eran demasiados.