Murió el pez diablo negro, pocos días después de que la ONG Condrik Tenerife, especializada en la investigación y conservación de tiburones y rayas en Canarias, reveló que fue grabado en video a plena luz del día a dos kilómetros de la costa tinerfeña, España.
El descubrimiento del pez diablo negro representó un evento sin precedentes que dejó a los expertos y al público asombrado.
Este extraño ser, que habita las profundidades marinas a más de 1000 metros bajo el nivel del mar, fue capturado en un inusual entorno superficial.
¿De qué murió el pez negro?
Las primeras investigaciones apuntan a que la causa de su deceso podría estar relacionada con varios factores. Según los científicos, las condiciones del agua superficial, tan diferentes a las de las profundidades que normalmente habita, habrían jugado un papel fundamental.
El pez diablo negro, adaptado a la presión extrema y las bajas temperaturas de las profundidades marinas, podría no haber resistido el cambio brusco a un ambiente tan diferente.
Las corrientes oceánicas inestables, cambios repentinos en la temperatura o incluso posibles enfermedades pudieron haber debilitado al animal, forzándolo a ascender hacia la superficie en busca de refugio.
Los expertos advierten que la vida de esta criatura es un ejemplo claro de las dificultades que enfrentan las especies que habitan en ambientes tan extremos.
La exposición a las condiciones superficiales podría haber resultado fatal para su delicado organismo. Este suceso no solo representa una pérdida para la biodiversidad marina, sino también una valiosa oportunidad para la investigación científica.
El hallazgo y posterior estudio de este pez permitirá a los biólogos marinos obtener nuevos conocimientos sobre las adaptaciones biológicas de las especies en las profundidades y las posibles amenazas que enfrentan debido al cambio climático y otras alteraciones ambientales.
Aunque su desaparición es lamentable, el descubrimiento de este enigmático pez sigue siendo un hito en el mundo de la biología marina, abriendo nuevas puertas para la ciencia y la comprensión de los misteriosos ecosistemas oceánicos.
¿Cómo fue visto el pez diablo negro?
El avistamiento se produjo el pasado 26 de enero cerca de la costa de playa San Juan, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora y, hasta la fecha, según explica a EFE la bióloga marina Laia Valor, solo se habrían avistado tan cerca de superficie larvas o ejemplares adultos muertos.
"Lo vimos cuando ya volvíamos a puerto. Pasamos a su lado y vi algo negro que no parecía plástico ni nada, me pareció extraño. Tras verlo, pasamos un par de horas con él. Estaba dañado y no en buen estado, solo duró vivo unas horas", detalla Valor, que ha apuntado que los motivos por los que el ejemplar estaba tan cerca de la superficie pueden ser «miles».
"No tenemos nada claro, pero no es normal. Es un avistamiento muy puntual y esporádico. No podemos decir que no pasa nunca, aunque si pasase a mayor escala estos avistamientos ocurrirían más veces, pero sí podemos decir que podría ser la primera vez que se le graba así", añade.
Tras comprobar que el pez había muerto, explica la bióloga, lo cogieron como si fuese una muestra en una balsa con agua y lo trasladaron al Museo de la Naturaleza y Arqueología (Muna) de Santa Cruz de Tenerife.
"Podría tratarse del primer avistamiento registrado en el mundo de un diablo negro o rape abisal adulto, Melanocetus johnsonii, vivo, a plena luz del día y en superficie. Un pez legendario que pocas personas habrán tenido el privilegio de observar con vida", exponía la ONG Condrik Tenerife en una publicación de Instagram.
La expedición de esta entidad se encontraba haciendo una campaña de investigación de tiburones pelágicos cuando se cruzaron con el rape abisal.
"Se trata de un verdadero depredador de las profundidades que habita en el fondo marino entre los 200 y los 2.000 metros de profundidad y que utiliza su apéndice dorsal repleto de bacterias simbióticas bioluminiscentes a modo de cebo para atraer a sus presas, de la misma forma que en la popular película de ‘Buscando a Nemo'", añaden.
Respecto a los motivos que puedan haber llevado al animal a nadar en aguas tan superficiales, la ONG apunta que es «incierto» y que podría deberse o bien a alguna enfermedad, a corrientes ascendentes o quizá a la huida de un depredador.
Con información de EFE.
APC