En cualquier parte del mundo e incluso en los lugares menos pensados siempre habrá perritos que se acerquen a las personas para tratar de entablar alguna cercanía con ellas, no importando si son extranjeros. Y éste fue el caso de una perrita que vivía en Isla aguada, un pequeño poblado cerca del mar en Campeche.
A través de un video publicado en The Dodo, se cuenta la historia de una perrita callejera que se acerca a una pareja de extranjeros, al parecer estadunidenses, que se encontraban en este poblado desde hace ya un tiempo y que vivían en una casa rodante junto a sus dos perros.
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Katelyn cuenta que un día una perrita llegó al lugar donde se encontraba estacionada su casa rodante, fue así que de inmediato la mujer comenzó a encariñarse con la lomito, quien todos los días comenzó a visitarla y a pasar tiempo con ella y su esposo, Howard.
La mujer empezó a tomarle cariño a la perrita, es por eso que comenzó a alimentarla y a jugar con ella y sus otras mascotas. Katelyn menciona que durante casi tres meses la perrita iba a visitarla, de inmediato, la mujer decidió llamar a un veterinario para aplicarle vacunas y revisar algunas heridas que tenía en la piel; aunque la idea de adoptarla pasaba por su mente, no lo hacía porque ya tenía dos perritos más y un tercero sería demasiado.
Al pasar los días, Katelyn se dio cuenta que la perrita tenía dueños por lo que la idea de adoptarla ya no era viable, sin embargo, la mujer cuenta que al día siguiente, el dueño del animalito se acercó a ella para decirle que si quería adoptarla podía hacerlo ya que él no contaba con los recursos suficientes para darle de comer ni darle la vida que se merecía.
Ante las palabras del dueño de la perrita, Katelyn se conmovió, definitivamente no podía dejar a la lomita así, fue entonces que acordó con el aún dueño, que ella y su esposo harían lo posible para que el animalito se acostumbrara a estar en la casa rodante, ya que durante toda su vida había vivido en la calle, en caso de no lograrlo, la pareja apoyaría al dueño durante un año con los gatos de comida y medicinas, en caso de necesitarlo.
Tras varios días de intentar que la perrita entrara a la casa, Katelyn y Howard lo consiguieron. De inmediato la nueva integrante de la familia se acopló a su nueva vida llena de comida, un lugar calientito donde dormir, así como pasar horas jugando con sus nuevos compañeros y claro, tener el amor de sus dueños.
Fue así que la vida de esta perrita cambió completamente y todo gracias a una pareja que decidió darle una oportunidad a un animalito que sin conocerlos y sin tomar en cuenta su nacionalidad confió en ellos y les dio amor incondicional, algo que ellos también le brindaron a ella.
PJG