Una granja avícola, ubicada en la cuidad de Georgia, desechó muchos huevos de gallina pensando que estaban en mal estado.
Los restos de comida, los desechables y el calor hicieron que el basurero se convirtiera en una incubadora para que los pollitos terminaran de formarse.
Los animales estuvieron dando vueltas sin rumbo en el vertedero, hasta que salieron para dirigirse a la cuidad en donde el Alcalde los puso en adopción.
MFOA