A través de las redes sociales, un hombre de nombre JN Sernadecidió convertirse en los ojos y la voz de un pueblo que lucha por sobrevivir. Con su celular en mano, recorrió las calles cubiertas de lodo de la comunidad indígena de Chahuatlán, en Ilamatlán en Veracruz, grabando a las personas que habían logrado sobrevivir a las inundaciones que devastaron la región.
Su intención era una sola: que las familias supieran que sus seres queridos estaban a salvo. Más de 50 personas fueron registradas en video, entre ellas niños, jóvenes y adultos mayores, todos con el propósito de hacerles saber a sus familias que se encuentran lejos que estaban bien.
Con la ropa aún húmeda, lágrimas, los rostros cansados y el corazón lleno de incertidumbre, miraban a la cámara y decían los nombres de sus familiares, esperando que, en algún rincón de México, alguien los reconociera.
“Pensamos que no la libramos… no sabíamos qué tanto nos afectaría porque hasta ahorita acá arriba en mi casa nunca había llegado el agua así. No tenemos nada que comer, pero estamos bien, gracias a Dios. Mis hijos están aquí”, contó una madre, con la voz entrecortada, abrazando a sus dos pequeños hijos.
“Te quiero mucho, papi, no vengas porque el camino está muy feo”, dijo un niño con lágrimas en los ojos.
Otros, con serenidad y esperanza, enviaron mensajes a sus seres queridos que viven lejos:
“Están en Tampico, Karla y Sol, estamos bien… gracias a Dios, cuídense mucho. No vengan ni intenten venir para nada, están destrozados los caminos. Vamos a ver cómo vamos a pasar aquí.”
“A mi hija Marisol, en Monterrey, dile que estamos bien, gracias a Dios. La familia está bien, pero nos tenemos que regresar luego, está lleno de lodo la casa de mamá.”
Algunos de los testimonios fueron pronunciados en náhuatl, el idioma que resiste en las montañas veracruzanas, una lengua que se mezcla con el dolor y la esperanza.
Los mismos habitantes informaron que casas estaban cubiertas de lodo, los caminos están completamente destruidos, están incomunicadas y hay familias que lo perdieron todo.
Desde Chahuatlán, el mensaje es claro: “No vengan, los caminos están rotos”, pero también, “Estamos vivos, y eso es lo más importante.”
Entre el silencio que dejan las aguas al retirarse, se escucha la fuerza de un pueblo que se niega a rendirse; hasta el momento se tiene un reporte del Ayuntamiento de Chahuatlán ya se encuentra mandando víveres a las comunidades afectadas, a través de un helicóptero.
Puedes acceder a la publicación original donde están los videos de la comunidad dando clic AQUÍ en el enlace que te dirigirá al perfil de Facebook de Jn Serna.