Durante el funeral de su padre, el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush tuvo un gesto dulce con la ex primera dama Michelle Obama, a quien aparentemente le obsequió un caramelo antes de que comenzara la ceremonia.
Cuando Bush, de 72 años, llegó a la Catedral Nacional para el funeral de Estado de su padre, George H.W. Bush, saludó al actual mandatario Donald Trump y a su esposa, Melania, sentados en primera fila.
A continuación, Bush también estrechó la mano del ex presidente demócrata Barack Obama y de Michelle Obama, haciéndola sonreír cuando le pasó lo que parecía ser una golosina.
Bush siguió por la fila, dándole un apretón de manos al ex presidente Bill Clinton, a la ex primera dama Hillary Clinton, al expresidente Jimmy Carter y a su esposa Rosalynn.
Éste no es el primer caramelo que W. Bush le regala a Obama, pues ya en septiembre le dio una menta en el funeral del senador John McCain.
Michelle Obama contó en una entrevista en el programa Today de la cadena NBC sobre el dulce que Bush le había dado en el funeral de McCain.
"Siempre somos compañeros de asiento debido al protocolo", dijo sobre Bush. "Así nos sentamos en todos los actos oficiales, por lo que es mi compinche en cada evento importante en que se reúnen todos los ex".
"Así que estamos juntos todo el tiempo, y lo quiero mucho. Es un hombre maravilloso. Es un hombre divertido", dijo.
El padre de George W. Bush murió el viernes a los 94 años.
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