Conoce a Kéfir, 'el gato más grande' del mundo que confundieron con un perro

El michi es un espécimen de Maine Coon, una de las razas de gatos más grande que existe en el mundo.

Kéfir, el gato más grande del mundo (Instagram).
Ciudad de México /

Cargarlo es todo un reto y, en ocasiones, un dolor de espalda. Los 12 kilos que pesa Kéfir, un gato que vive junto a su humana Yulia Minina en la localidad de Stary Oskol -un pequeño poblado de Rusia-, lo han convertido en una celebridad de las redes sociales en donde ya es conocido como el michi más grande del mundo, pero su tamaño no ha sido lo único que ha llamado la atención, también su espectacular belleza. 

Antes de que su historia le diera la vuelta a internet, Yulia Minina disfrutaba de compartir fotos de sus habilidades en el pole dance hasta que a su vida llegó un pequeño minino blancoque resultó pertenecer a una de las razas de gato con mayor tamaño en el mundo.

A través de su cuenta de Instagram, la joven rusa compartió que hace dos años adoptó a Kéfir, entonces era pequeño y jamás se imaginó que llegaría a crecer tanto, a tal punto que asegura algunos llegan a confundirlo con un perro. 

¿Es cariñoso o muy poco amigable?

El gigantesco gato de Yulia es de raza Maine Coon, pesa más de 12 kilos y mide metro y medio de largo; sin embargo, la mujer piensa que lo más probable es que crezca más, ya que tiene poco más de dos años de edad y usualmente dejan de crecer hasta entre los tres o cuatro años.

"Nunca imaginé que un gato pudiera llegar a ser tan grande... Cuando mis amigos o conocidos vienen a la casa, toda la atención está puesta en él y voluntariamente se deja acariciar. Pero cuando llegan extraños a la casa, todos primero lo confunden con un perro", señaló en una entrevista para el Daily Mail. 

Aunque su apariencia es similar a la de un lince y su penetrante mirada puede asustar a unos cuantos, Yulia asegura que es muy tranquilo, además de inteligente. 

"No solo creció grande en apariencia, también es muy inteligente y siempre se comporta con calma. Kéfir tiene una apariencia formidable, pero es muy cariñoso y modesto", asegura la joven rusa. 

Yulia comenta que cuando era pequeño Kéfir se acostaba cada noche sobre ella, un hábito que ahora es muy inconveniente para la joven debido al peso y tamaño del gato. 

Decidió llamarlo Kéfir por el color de su pelaje, tan blanco como la nieve o la leche. Recordemos que el kéfir es un producto lácteo fermentado similar al yogur. 

amt

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