Popularmente se ha dicho que los felinos prefieren evitar bañarse, pues detestan el agua. Sin embargo, Hokule’a es un gato adoptado, que tras superar su timidez, demostró que las olas del mar pueden convertirse también en un gran aliado, desde entonces, pasa horas 'surfeando' en Hawái.
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Alessia y Pat vieron por primera vez a Hokule’a en la organización Hawaiian Humane Society e, inmediatamente, decidieron adoptarlo. Al principio, era un gato tímido que se escondía debajo de las cobijas y la cama, pero con el tiempo se fue encariñando de sus dueños, y por ende, desarrolló mayor confianza en ellos.
"A Hokule’a le encanta lo que Hawái tiene para ofrecer, él sólo disfruta de los alrededores y del movimiento del océano como nosotros", comentan en un video compartido por The Dodo que narra la historia del pequeño gato.
Alessia y Pat se dieron cuenta de que su gato mostraba curiosidad por el agua y que cuando se metían a bañar, el felino quería entrar a la bañera con ellos.
Aunque, les parecía extraño que al gato le gustara tanto el agua, decidieron que lo llevarían con ellos a disfrutar del océano. Buscaron una playa agradable y tranquila, donde Hokule’a se sintiera seguro. Poco a poco, fueron acercándolo a la orilla del mar y notaron que podía nadar y disfrutaba hacerlo.
Sin duda, se trata de un gato cuya diversión es pasar el rato en el agua. Por lo que, Alessia y Pat no tardaron en hacerle una pequeña tabla de surf ("cama de boogie") de un tamaño perfecto para él, en la que se sintiera seguro.
En el video compartido por The Dodo, es posible ver varias imágenes de Hokule’a deslizándose por la resbaladilla para entrar a una alberca y 'surfeando' en el océano.
Además, el felino cuenta con su propia cuenta en Instagram, donde sus dueños comparten varias fotos del pequeño nadando y "dominando" las olas del océano.
amt