"Las cosas quedan en familia": la población de 200 personas en la que se casan entre primos hermanos

Te contamos la particular historia del poblado de Amaranto en Colombia, donde todos son familia y la tradición dicta casarse entre primos hermanos.

El pueblo donde se casan entre primos (Shutterstock).
Ciudad de México /

Hay lugares en los que se estila casarse entre familia sin que haya represalia por parte de la socidad... pero esto llega a otro extremo en Amaranto, una parte perteneciente a Ciudad Bolívar en Colombia, donde viven cerca de 200 personas de la misma familia que se han casado y reproducido entre familia durante las últimas dos generaciones.

Así lo dio a conocer El Tiempo de Colombia, medio que dio a conocer el extraño caso en medio de un cañón cuyo único camino para llegar es un sendero lleno de barro y piedras, y que no todos conocen.

Luis Aníbal Vanegas Galeano y Alba del Jesús Galeano Henao son primos hermanos y también la pareja más antigua del lugar, y recuerdan que para casarse tuvieron que pedir permiso y su penitencia fue de 50 padrenuestros, 20 rosarios y 6 confesiones.

Los primeros primos en casarse fueron mi papá Gregorio y mi mamá Etelbina. Luego, otros tres tíos hicieron lo mismo y yo, para conservar la tradición, me casé con Alba”, dijo Luis Aníbal.

Una de las principales preocupaciones al procrear eran las malformaciones, las cuales han llegado en diferentes formas. Reportan que una chica llamada Patricia nació con un dedo de más en manos y pies y los seis hijos de un matrimonio padece problemas de aprendizaje. Sin embargo, continúa la tradición en Amaranto.

En cuanto a los jóvenes, relatan la historia de Angie Paola Galeano Henao y Cristian Alejandro Galeano Henao, quienes son primos hermanos y llevan dos años de noviazgo, a lo que no le ven mayor problema y lo describen como algo completamente natural.

Estudiamos juntos, nos conocemos desde pequeños, además vivimos a cinco minutos, por eso nos podemos ver todos los días. La verdad, para mí es normal, no encuentro una explicación, es pura atracción y cercanía”, dijo Angie.

Umberto, otro integrante del pueblo, ve el lado bueno de la situación, pues asegura que hay solidaridad entre los integrantes, tienen unidad, celebran las fiestas juntos y no hay riñas ni muertes violentas; además de que si "las cosas quedan en familia todo es más fácil, no hay tantos problemas o envidias".

​caov

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