Una mala experiencia se llevó un joven turista luego de ir de paseo a el parque ecoturístico El Cedral, ubicado en Mineral del Chico, pues fue mordido por una víbora de cascabel.
La serpiente de cascabel mordió la mano del joven al querer tocar una rama, y no darse cuenta de la presencia del reptil; afortunadamente acudió de inmediato a un hospital para ser atendido y llevó también a la víbora que lo atacó, según publicó su madre en redes sociales, para que le pudieran aplicar el antídoto.
“Tengan mucho cuidado cuando vayan al campo y quieran arrancar una ramita, o plantita, o tronquito. Ayer a mi hijo le sucedió en el cedral. Por querer agarrar una ramita, lo mordió una víbora de cascabel, lo bueno que después del suceso fue directamente al hospital llevando con él la víbora. Lo atendieron y le pusieron el antídoto contra el veneno y su dedo en el hielo.
Según la publicación, el joven estuvo toda la noche en observación. Y asimismo hicieron un llamado a fijarse muy bien y además no agarrar animalitos del campo que no conocen.
Cabe mencionar que el veneno de la víbora de cascabel es altamente tóxico y está diseñado para incapacitar o matar a sus presas. Se inyecta a través de colmillos retráctiles ubicados en la parte frontal de su boca. El veneno contiene enzimas y toxinas que afectan el sistema nervioso, el sistema cardiovascular y los tejidos.
También es importante destacar que las serpientes de cascabel no atacan a menos que se sientan amenazadas o acorraladas. Por lo general, prefieren evitar el contacto con los humanos, sin embargo, si una persona se encuentra en el área de una serpiente de cascabel y la provoca o se acerca demasiado, existe el riesgo de una mordedura.
Si alguien es mordido por una serpiente de cascabel, es crucial buscar atención médica de inmediato. Los síntomas de la mordedura pueden incluir dolor intenso, hinchazón, dificultad para respirar, náuseas, vómitos y cambios en la presión arterial. El tratamiento médico puede incluir la administración de antídotos específicos, medidas para controlar los síntomas y, en casos graves, la atención en una unidad de cuidados intensivos.