Hace una semana, Samuel Olvera, un joven de 28 años, se hizo viral con esta foto que le tomaron en la Alameda Central, cerca de Palacio de Bellas Artes, en donde se alcanzaba a leer que ofrecía clases de inglés vía Zoom a 15 pesos y la primera clase sería gratuita. La respuesta no se hizo esperar.
“Nunca fue mi intención hacerme viral. Yo solo salí a las calles con mi cartel con toda la fe del mundo para que las personas vieran que era un maestro, que no tenía empleo, pero que quería trabajar. Un profesor que quería enseñarles a aprender un nuevo idioma. No fue hasta que un joven me dijo '¿te puedo tomar una foto?', por lo cual accedí. Me acuerdo que le decía: '¿Ésta pose está bien?' O me muevo para que veas el número telefónico. Lo último que me dijo fue, sí, estás bien, lo compartiré. Y veme aquí”, detalló Olvera a MILENIO.
Samuel vive en Naucalpan, Estado de México, trabajaba como maestro de inglés en escuelas particulares, pero ante la pandemia de covid-19, se quedó sin empleo por lo que decidió salir a las calles de la capital con el cartel que le hizo una de sus hermanas.
“Le dije a mi hermana que me ayudara a escribir ese cartel, ya que yo tengo muy fea letra. Una vez terminado lo enmicó para evitar que las lluvias lo arruinaran. Y caminé durante muchas semanas por las calles, hasta que en la Alameda Central, se solidarizaron conmigo y fue que me hice viral”, compartió.
A más de una semana de la publicación, a Samuel lo han contactado más de 2 mil 300 personas por WhatsApp, y 200 ya están tomando clases de inglés básico. El joven confirma que su mayor preocupación era poder apoyar a su familia, ya que es numerosa y los ingresos no son suficientes para mantenerse en esta temporada de pandemia.
¿Deseas contactar a Samuel ?
Si tú quieres aprender inglés y tomar dos clases semanales vía remota, puedes contactar a Samuel en el número 55 28 41 55 26.
“Nosotros somos una familia numerosa, tengo cinco hermanas y soy el mayor, y la verdad los gastos por parte de ellas son mayores. Mi madre limpia casas y mi papá es microbusero, por lo que no se dan abasto con sus ganancias. La necesidad ha estado ahí latente desde que estaba en la secundaria, desde entonces yo me pago mis estudios y hoy sigo aportando en casa para que tengamos algo que comer”, externó.
Aunque en redes sociales lo han criticado por ofrecer las clases a un bajo costo, muchos de sus alumnos han decidido “pagar lo justo”, pues aunque saben que la clase cuesta 15 pesos la hora, muchos aportan un poco más.
“Maestro, yo sé que nos dijo que costaba 15 pesos la clase, pero sí deseo darle un poco más, ¿no hay ningún problema? Es que su trabajo vale mucho más”, le dijo una alumna al finalizar una de sus clases.
Los alumnos merecen calidad educativa
En un cuarto de 2 por 4 metros, una silla de madera, un monitor, un teclado de tableta roto de 9 pulgadas y una bocina para fiestas, son sus herramientas para dar clases a distancia a más de 200 personas, y pese a que no son las condiciones “correctas”, Samuel está contento con lo que tiene por ahora.
“Cuando decidí que iba a dar clases, no me imaginé que sería a muchas personas. Pero ahora me doy cuenta que lo que tengo no será suficiente para darle una mejor calidad educativa a mis alumnos. Yo ahorita estoy empezando, pero espero y con el tiempo conseguir algo mejor para trabajar dignamente”, expresó con una sonrisa.
Si bien, Samuel cobra 15 pesos las clases porque dice “que lo que busca es que sea accesible para los alumnos”, él espera también que si alguien se quiere solidarizar al regalarle o venderle un equipo de cómputo barato, estará agradecido. Por su parte, María, madre de Samuel, dice estar orgullosa de él, ya que por mucho tiempo lo vio triste, cabizbajo y sin ganas de comer.
“Como mamá, me siento afortunada y por el logro que está teniendo, de hecho ya se estaba desesperando. En varias semanas yo le decía, 'tú tranquilízate, verás que todo va salir bien'. Y el día en el que le tomaron la foto, iba triste, pero con ganas de salir adelante. Ese día estaba lluvioso, y me preocupé de que se enfermara, pero no fue así. Dios es grande y me lo bendijo, porque ahora está teniendo éxito y me lo iluminó para que nos siguiera apoyando”, dijo la señora María.
Samuel es católico, y cree en Dios, por lo que ahora le agradece “infinitamente” por haberlo premiado con la cantidad de alumnos que se registraron para tomar sus clases.
“Yo le agradezco a Dios por esta bendición. Me siento bendecido, no tengo las palabras para agradecerle, pero lo que si tengo, son mis conocimientos, mismos que pondré en marcha para que mis alumnos aprendan muy bien el inglés y no se decepcionen de mí. Que vean que esto si fue una buena inversión”, finalizó.
dmr