A José Eduardo nadie le enseñó a bailar, aprendió por su cuenta viendo a otras personas moviéndose en las pistas de baile de los sonideros, eventos que comenzó a frecuentar en su natal León, Guanajuato, desde los 16 años.
El bailarín de talla baja actualmente tiene 24 vueltas al sol y goza de una fama desbordada en redes sociales bajo el mote de Medio metro; por este reconocimiento, “me siento orgulloso y estoy bien feliz”, dice en entrevista exclusiva con MILENIO.
- Te recomendamos ¡Qué bailé el 'Medio metro'! Esto sabemos del popular bailarín de TikTok Virales
Sonido Pirata fue el proyecto que le abrió las puertas a José para mostrar sus mejores pasos: “Fui al taller de Pirata, lo conocí y ahí le dije que si me daba chamba”, recuerda.
Y es que antes de sudar en las pistas, el joven guanajuatense se la pasaba “vagando” porque “no me daban trabajo por mi discapacidad, que porque yo no podía trabajar”. Afortunadamente con el baile se sobrepuso a esto.
Desde su primer evento sonidero, José despertó la curiosidad y admiración de otros asiduos a estos encuentros musicales. Y solo bastó un video de él en redes sociales para que todo México se uniera a este fervor: “Pienso en la gente y me siento feliz porque están gritando ‘Medio metro’, me están animando más, muchas fotos, que fírmame la camisa, que fírmame la cachucha”.
“Ahorita me siento orgulloso, uno sí se puede superar, nada más es echarle gana y adelante, puro para adelante, ni voltear para atrás”, agrega.
El bailarín cuenta que su canción favorita para sacar los ‘pasos prohibidos’ es la cumbia de Las palomitas porque “tiene ritmo, tiene sabor”. También revela que no le molesta que le digan Medio metro, sobrenombre que le puso su amigo El Pelón, “de ahí de la 10 de mayo, se llama Leonardito Hernández”.
Sobre el atuendo de El chavo del 8 que utiliza al bailar, comenta que fue idea de Sonido Pirata: “Me dijo ‘Vístete de Chavito’ y ya me vestí”. Otra recomendación externa fue hacer El paso de la chaquetita: “Uno me dijo que lo hiciera y yo dije ‘No lo puedo hacer por los niños’… Ahorita hasta los niños lo hacen”.
De los memes y otros contenidos digitales que hay sobre él, confiesa que disfruta verlos, al grado que ocasionalmente lo ponen sentimental: “A veces miro las imágenes y se me salen las lágrimas por el apoyo de la gente”.
Lo que no le gusta son los imitadores, como el tipo que se promociona en Instagram con la cuenta @medio_metro_oficial. “Siempre el original es el bueno”, sentencia José, que solo utiliza Facebook.
El bailarín apunta a su familia como su motor, por eso no olvida lo que hace poco le dijo su mamá: “Échale ganas hijo, vas a ser una persona grande, antes salías a la calle y te gritaban, demuéstrales que sí puedes, tú eres un hombre normal”.
“Y sí, yo me siento normal, no me agüito porque me griten enano, me siento normal”, afirma.
Luego, revela que apenas está generando ganancias por su fama en redes sociales, y con éstas pretende “apoyar a mi gente”, sobre todo "quiero apoyar a mi hermano que está malito y no puede caminar, no puede casi mover las manos, quiero comprarle su silla de ruedas eléctrica, quiero verlo corriendo. Cuando lo miro siento bien feo, le estoy echando ganas por él”.
Al cierre de la entrevista, José Eduardo presume su agenda llena de fechas en varios estados del país y confiesa que ya no trabaja con Sonido Pirata, sino con su papá, “sonido Lalo’s, ese es al que voy apoyar”.
José Eduardo no piensa dejar de bailar, pues disfruta generar alegría en la gente y recibir lo mismo: “Me siento feliz por el cariño que me dan”, concluye.
hc