¿Devorado por caníbales? Michael Rockefeller, el joven millonario que desapareció en la selva

La desaparición del joven integrante de la dinastía Rockefeller sigue generando interés en Estados Unidos. Descubre cómo ocurrió y qué teorías se manejan sobre su destino.

El integrante de la dinastía Rockefeller tenía 23 años al momento de su desaparición. (Instagram)
Ciudad de México /

Las situaciones insólitas y misteriosas ocurren en todo el mundo. En México existen los casos de Jacobo Grinberg, el científico que desapareció sin dejar rastro en 1994, o la Isla Bermeja, un montículo que aparece en los mapas, pero no existe físicamente. En otros países, como Grecia, está el caso del Mecanismo de Anticitera, un misterioso dispositivo tecnológico hallado bajo el mar, y en Estados Unidos una de las historias más sonadas es la desaparición de Michael Rockefeller.

Michael Rockefeller fue un joven perteneciente a una dinastía familiar que es conocida en todo el mundo debido a que sus integrantes suelen ser empresarios y políticos adinerados y muy conocidos; en el caso de Michael, él fue hijo de Nelson Aldrich Rockefeller, vicepresidente de los Estados Unidos de 1974 a 1977.

El joven millonario nació el 18 de mayo de 1938 y tuvo una preparación destacada: se graduó de la Universidad de Harvard y sirvió al ejército de los Estados Unidos durante 6 meses. Y fue a partir de una expedición organizada por el Museo Peabody de Arqueología y Etnología de Harvard, que tuvo como fin estudiar a una tribu de la entonces Nueva Guinea Neerlandesa, que quedó cautivado con este tipo de actividades antropológicas.

Destaca que en ese primer viaje a tierras salvajes, el grupo de exploradores realizó un documental, Dead Birds, que fue producido por Robert Gardner. Dentro del trabajo audiovisual, Michel se encargó del sonido. 

"Este es un país salvaje y, de alguna manera, más remoto de lo que he visto antes", escribió Michael sobre este viaje, que lo llevó a conocer a la tribu asmat, grupo étnico de la provincia de Papúa.

Luego de esta primera experiencia lejos de la comodidad a la que estaba acostumbrado, Rockefeller, de 23 años, decidió volver a la isla, en 1961, para estudiar y documentar a los asmat

"Michael regresó a Asmat en octubre de 1961. René Wassing (un antropólogo holandés) se reunió con él de nuevo y en Agats presionó a un oficial de patrulla holandés para que le vendiera su embarcación, en la que Michael metió una gran cantidad de artículos de trueque: hachas de acero, anzuelos y sedal de pesca, telas y tabaco. al que los asmat se habían vuelto adictos. Él y Wassing, acompañados por dos adolescentes asmat, visitaron 13 aldeas durante tres semanas", recoge una investigación elaborada por el Instituto Smithsoniano.

El centro educativo estadunidense detalla el momento de la desaparición de Michael, que aconteció entre el 17 y 19 de noviembre, cuando, tras haberse abastecido de provisiones en Agats, el joven y su grupo se embarcaron de nuevo, pero al "cruzar la desembocadura del río Betsj, las mareas y los vientos en conflicto levantaron olas y contracorrientes. El agua que había sido suave un minuto se agitó al siguiente. Una ola ahogó su motor fuera de borda y el catamarán comenzó a derivar; luego las olas lo volcaron".

Los exploradores resistieron varias horas agarrados al casco de la embarcación. Pero Michael, en una reacción impulsiva, decidió soltarse para nadar hacía la costa más cercana. Y fue lo último que se supo de él. Por su parte, Wassing, que se mantuvo agarrado al bote, logró ser rescatado.

Tras la desaparición del joven, sus padres, Nelson y Mary Rockefeller, rentaron un avión para dirigirse inmediatamente a la isla. Pero no pudieron hacer mucho, pues las autoridades estaban a cargo del trabajo de búsqueda y ellos se limitaron a pasar los reportes a los medios. Debido a las nulas pistas, en diciembre de ese año se canceló la misión de rescate. Michael fue declarado muerto en 1964.

Lo relevante del caso provocó diversas teorías sobre el destino del joven millonario: que si se había unido a la tribu, si había sido presa de los tiburones, si se había ahogado o, la más trágica, si había sido devorado por los caníbales de la zona. Y, a la fecha, ninguna se ha comprobado, pero tampoco se descartan.

yhc​

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