Una joven danesa está dispuesta a romper con los estándares de belleza femeninos. Su nombre es Eldina Jaganjac, vive en Copenhague, Dinamarca, y se niega a depilarse el bigote y las cejas. Con ello la mujer busca visibilizar los discursos que se han construido sobre el ser mujer, que además de contradictorios, la sociedad ha impuesto como si se trataran de verdades absolutas.
La historia de Eldina le ha dado la vuelta al mundo. Todo comenzó cuando la joven comenzó a cuestionarse el porqué las mujeres debían dedicar más tiempo y dinero a la depilación que los hombres. Fue entonces que la mujer decidió no seguir las convenciones sociales y se dejó crecer el mostacho y cejas.
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"En comparación a los hombres, se espera que las mujeres dediquemos más tiempo y dinero en nuestros looks solo para ser consideradas visualmente aceptadas en la sociedad, sobre todo cuando estamos en espacios públicos. Si un hombre no se depila ni se hace las cejas, nadie se da cuenta ni lo comenta, y no es nada fuera de lo común", señaló Eldina al medio The Sun.
Desde hace un año que Eldina dejó de depilarse. Dice sentirse con mayor confianza ahora que ya no busca cumplir con las expectativas sociales, además señala que no le importa cómo se ve o lo que la gente piensa de ella.
"Al igual que muchas otras mujeres, he aprendido a aceptarme. Por ejemplo, solía no sentirme cómoda al salir a la calle a menos que mis cejas fueran del tamaño pequeño aceptado, y no asistía al gimnasio a menos que mis piernas estuvieran bien afeitadas. Ahora, he optado por centrarme en mis tareas y metas y menos en cómo me veo mientras las hago y si le agrado o no a la gente", asegura.
Contra los estándares de belleza
Ahora, la mujer, de 31 años, no duda en compartir su historia en Instagram, donde comparte varias fotografías de su nueva faceta; sin embargo, Eldina señala que ha sido víctima de acoso y burlas por parte de un grupo de hombres.
"Creo que ver a una mujer haciendo algo que se considera menos femenino confunde a los adolescentes (...) Comienzan a cuestionar las normas y también lo que significa ser un hombre. He notado que algunos hombres adultos miran mis piernas sin afeitar y mis cejas como si tuviera una tercera cabeza", indica.n
amt