Se sabe que las orcas, también conocidas como ballenas asesinas son mamíferos marinos que cazan en grupo, pero salirse de la manada no impide que busquen a sus presas. La increíble depredación a un tiburón blanco fue captada por un equipo de científicos en la costa de Mosselbaai, Sudáfrica.
Los hallazgos publicado por la revista científica African Journal of Marine Science revelaron que desde 2017 un par de orcas cazaban y asesinaban tiburones frente a costas de Sudáfrica. El equipo observó que Starboard —apodo que recibe por una herida en una aleta dorsal— actuó sola y logró devorar a un tiburón de 2.5 metros en tan solo dos minutos.
“El momento en que Starboard cazó rápidamente a mi especie de tiburón favorita fue tanto devastador como poderoso”, detalló la bióloga marina y también especialista, Alison Towner de la Universidad de Bangor.
Las ballenas asesinas cuando cazan juntas utilizan su inteligencia y fuerza para atacar y, aunque pueden embestir animales grandes, este es el primer caso captado donde uno de los depredadores más grandes del mundo es tragado por una orca.
“Las observaciones añaden más capas a la fascinante historia de las orcas y sus capacidades como depredadoras inteligentes”, señala Towner. Aunque acepta que no se puede pensar que esto signifique un cambio en la estrategia de caza. “Las orcas pueden aprender rápidamente nuevas técnicas de caza por su cuenta o de otros”.
Por otro lado, los tiburones blancos en la región tienen una baja percepción de riesgo hacia las orcas porque cazarlos es "un comportamiento novedoso", dice Paul Tixier, biólogo marino de la Universidad de Victoria en Canadá.
“La disminución de tiburones en los océanos conlleva impactos en cascada en los ecosistemas marinos debido al desequilibrio en los depredadores”, detalla la autora.
Sin embrago, los especialistas seguirán investigando las causas, aunque todo apunta a las presiones humanas como una posible causa del desplazamiento de las orcas, principalmente por actividades de caza y pesca.
“Los tiburones blancos son desplazados y los patrones de supervivencia y reubicación representan riesgos potenciales, como la superposición con la pesca o encuentros humanos en áreas costeras remotas más al este”, detalla Towner.
LG