En Polonia, hombre se niega a vender su terreno; ahora cosecha en medio la ciudad

Los agentes inmobiliarios le advirtieron que cometía un error, pues su campo quedaría rodeado de edificios para departamentos, pero a él no le importó.

Los vecinos han aprendido a convivir con los ruidos durante la época de cosecha. (Especial)
Lublin /

Es difícil decirle adiós a algo por lo que has trabajado toda tu vida, por ello, cuando los agentes inmobiliarios tocaron a su puerta, el polaco Michal Myslowski decidió que, sin importar la cantidad que le ofrecieran, no vendería su tierra. Ahora realiza sus cosechas en medio de grandes construcciones en la ciudad de Lublin.

Inicialmente, los agentes inmobiliarios le advirtieron que cometía un error, pues su campo quedaría rodeado de edificios para departamentos, que invadirían la zona para volverla urbana. Sin embargo, Myslowski estaba convencido y nadie lo haría cambiar de opinión sobre sus hectáreas de tierra.

Muchos de los agricultores de Lublin, la novena ciudad más grande de Polonia, aceptaron vender sus campos y poco a poco se cumplió la promesa: el terreno se rodeó de complejos habitacionales. Poco a poco, los vecinos se fueron acostumbrando a los tractores y a la peculiar vista y hoy, la propiedad es uno de los grandes íconos del lugar.

El paisaje contrasta: edificios con múltiples departamentos, autos pasando por las calles, semáforos, banquetas de concreto y un gran tractor amarillo haciendo la cosecha de este año desde la calle Jantarowa. El campo se mantiene a pesar de todo.

Los vecinos y el mismo Myslowski han tenido que aprender a convivir, con todo y los ruidos, pero ambos son respetuosos del estilo de vida del otro y, por el contrario, celebran al agricultor por su convicción y hasta han compartido videos del peculiar ambiente.

Campo en medio de la ciudad, una sensación en internet

Las imágenes del campo en medio de la ciudad sorprendieron a los usuarios y se hicieron virales rápidamente. Los medios locales se acercaron al lugar para conocer a Myslowski, quien reveló que se siente a gusto con sus vecinos.

 “La gente está bien. Entienden que tengo trabajo que hacer. Miran y hacen videos. Los niños también están felices. Nunca ha habido problemas con eso”, aseguró el agricultor que cultiva la canola en sus tierras.

Katarzyna, residente local, aseguró al medio polaco Dziennik Wschodni: “Como residente, puedo decir que no nos molesta en absoluto, al contrario. Es mejor tener una vista así al mirar por la ventana que estar rodeada de edificios de concreto”.

Otra vecina de la zona llamada Monika aseguró que sus hijos siguen el avance de la producción y disfrutan de la cosecha, “los niños esperan este momento todo el año. No nos molesta, estamos felices”.

En cuanto a los videos que circulan en las redes sociales, Myslowski agregó que no le molestan “en absoluto. Probablemente yo también las compartiría”.

“Es toda una sensación para la gente que vive en la ciudad y no está acostumbrada a ver las máquinas. Genera curiosidad y no es de extrañar. Me acerco a todo esto con humor”, comentó.


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