En tu día a día utilizamos un sin fin de palabras, expresiones o frases de las cuales seguramente no conoces su origen, algunas tienen sentido común y otras definitivamente te dejan pensando ¿a quién se le ocurrió tal cosa?
Algunos ejemplos son la frase “bueno” al contestar una llamada telefónica, o “a lo que te truje, Chencha”, en más de una ocasión lo has escuchado pero como lo escuchamos tan común a veces ni atención le prestamos.
Pero ¡oye! ¿“burro de planchar”?, cuando escuchas esto ¿por qué crees que lo llaman así? ¿Acaso planchaban arriba de burros? también se le conoce como tabla o mesa de planchar, pero casi todos los mexicanos lo llaman como “burro”.
Para darte un poco de contexto te contamos que a mediados del siglo XIX, se dio origen a este mueble, pero no era como lo conocemos hoy, se trataba sólo de una tabla sobrepuesta sobre el respaldo de dos sillas o en una mesa, no es hasta la época victoriana que llegan las tablas ya incorporadas con estructura.
Este último era un mueble de madera, con cajones muy parecido a una mesita de noche o bureau, en francés, y ahí es donde entramos nosotros, para el oído español la pronunciación de esta palabra sonaba a “burró”, luego de un tiempo se dejó aún lado el acento y solo lo pronunciaban como “burro” y hasta el día de hoy muchísimos mexicanos continúan llamando este mueble como “burro de planchar”.
Así es, el nombre de este utensilio para el hogar se debe nada más y nada menos a una distorsión fonética de la palabra “bureau”, un francés mal pronunciado.
¿Qué otras palabras conoces?