Científicos de distintos países se reunieron en Washington DC con el fin de analizar las medidas a seguir en caso de que exista la amenaza de que un asteroide impacte la Tierra.
Para este ejercicio ocuparon como ejemplo al asteroide de 250 metros de diámetro, llamado 2019 PDC, el cual se encuentra a 56 millones de kilómetros de la Tierra y que se mueve hacia el planeta a 50 mil kilómetros por hora.
Sin embrago, en la vida real, el impacto del 2019 PDC tiene como posibilidad el uno por ciento. Además de que se prevé que si esto llegara a suceder seria hasta el año 2027.
Por lo anterior, colocaron el "escenario hipotético de impacto" en la sexta Conferencia sobre Defensa Planetaria de la Academia Internacional de Astronáutica (IAA).
Cabe señalar, que aunque el asteroide que se utilizó para este simulacro no es tan grande, el que terminó con la vida de los dinosaurios tenía 10 kilómetros de diámetro, lo que originó 500 megatones de explosivos.
¿Qué pasa si no se desvía?
En esta reunión se planteó la posibilidad de que si no se lograba desviar, seria necesario evacuar del planeta a dos millones de personas.
"Muchos científicos argumentan que el modo más efectivo de gestionar la amenaza de un asteroide pequeño sería enviar una nave espacial no tripulada armada con un dispositivo explosivo nuclear", señaló un artículo del medio The Wall Street Journal (WSJ).
Aunque de ser así se rompería con la política internacional y los tratados de militarización del espacio.
Finalmente, los cientificos concluyeron que para evitar el impacto del supuesto asteroide deberían enviar "naves de impacto cinético", sin ojivas nucleares y sin tripulación.