Repartidor vive incómodo momento con cliente que rechazó un pedido; historia viral

El usuario Barry (@barrybarroso) relató que esto sucedió luego de que “me cayó un pedido de un kilo y medio de carnitas con tortillas, salsas, refresco y toda la onda".

El repartidor compartió su historia el TikTok | Capturas
Ciudad de México /

Un repartidor vivió una situación muy incómoda con un cliente que rechazó un pedido, por lo que decidió compartir su experiencia a través de un video en TikTok que rápidamente se volvió viral

En la grabación, el usuario Barry (@barrybarroso) primero comentó: “Me cayó un pedido de un kilo y medio de carnitas con tortillas, salsas, refresco y toda la onda. Yo en el local agarré el pedido y tuve que pagar casi 400 pesos para llevármelo, me liberaron el pago y ya me voy en ching…a la casa del cliente”.

“Antes de llegar a la dirección, checo las especificaciones: está a un costado de un templo, la fachada es así, la puerta es de tal color, es de tantos pisos. Cheque y efectivamente, cuando llegué al lado del templo estaba esa casa con todas las indicaciones que me dieron”, agregó.

Entonces, ante la puerta, el repartidor le mandó un mensaje al cliente, pero “al ver que no salen, me bajo y le empiezo a tocar al portón”.

“Sale un señor y me dice: ‘Ah caray, y eso que traes ahí qué’. Y yo así de: ‘Buenas tardes, ya traigo su pedido’, a lo cual él me dice: ‘Yo no pedí nada’ y le marca a su esposa, y la señora: ‘Yo no pedí nada’”.

Barry de inmediato pensó: “Aquí hay algo raro”, y le comentó al cliente el nombre de la persona que pidió la comida, pero él respondió: “Yo no me llamo así”.

“Y yo le muestro: ‘Mire señor, es que aquí está la dirección, aquí están las especificaciones de la casa, aquí es la casa’. Y él me dice: ‘Aquí no pedimos nada’”.

Entonces, el trabajador decidió llamar al número del cliente que tenía registrado “y empieza a sonarle el celular, el güey voltea, ve el celular y dice: ‘Es que me está marcando mi esposa’. Y otra vez le vuelvo a marcar y vuelve a sonarle el celular. Le empiezo a mandar mensajillos y empiezan a llegarle las notificaciones”.

Tras esto, el cliente se metió a su casa argumentando que tenía algo que hacer, pero el repartidor no desistió: “Me quedo afuera y le sigo marcando, y el chiste es que el señor ya estaba adentro y yo escuchando las notificaciones y cómo le marcaban al celular, que era yo”.

“Se debe haber equivocado, se arrepintió o no sé qué pasó, pero no quiso agarrar el pedido”, añadió.

Por último, la historia tuvo un final feliz: “Yo tuve que seguir el protocolo: me espere el tiempo que debía esperarme y procedí a cancelar, así que me tuve que quedar con la comida. ¿Quién creen que acaba de comer carnitas? Y como fue cancelación del cliente, a nosotros no nos lo cobran”, narró el repartidor.

hc

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