Hace unos días, un conmovedor video, que esconde en realidad un triste mensaje, se volvió viral en las redes sociales. El clip, de menos de un minuto mostraba a un padre junto con su hija a la que enseñó a reír cada que resonaba una bomba, simulando que eran fuegos artificiales, para así minimizar el miedo y el trauma de la guerra en Siria.
Ahora, los protagonistas de ese video, la pequeña de tres años, Salwa, y su padre, Abdalla Mohamed, de 32 años, y el resto de su familia, se encuentran a salvo de la guerra y lejos de los bombardeos pues gracias a este video, lograron llegar a Turquía, en calidad de refugiados.
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El video original fue publicado en Twitter por un amigo de Mohamed, Mehmet Algan, quién los ayudó a contactarse con el gobierno turco, quien medió para que la familia siria pudiera escapar y refugiarse en ese país.
"Las autoridades turcas se pusieron en contacto conmigo y nos llevaron a Turquía", relató Abdalla a Anadolu, la agencia de noticias oficial de Turquía, que acompañó a la familia a través de su paso en la frontera documentándolo con fotografías en las que la niña se observa feliz.
El video de Salwa tiene ya cerca de tres millones de reproducciones y fue comparado con algunos con la película La Vida es Bella, sin embargo, esta historia real tuvo un final más feliz, pues ahora la pequeña podrá crecer alejada de los horrores de una guerra que sigue avanzando.
cjr