La influencer animalista, Vannia Castillo, sufrió el hackeo de su cuenta de Instagram, la cual había alcanzado a más de 10 mil seguidores y con ella lograba generar conciencia sobre los derechos animales, sin embargo, no solo perdió a su comunidad sino que además fue extorsionada en su intento por recuperarla.
“Todo empezó el domingo en la noche, me llegó un mensaje directo a mi Instagram que decía que se había bloqueado mi cuenta por 48 horas por hacer copywrite de una canción, entonces me mandaron un link que decía ‘si quieres mandar una apelación y recibir más información sobre la amonestación, ingresa aquí tu correo’, y entonces ingresé mi correo y ya, después entré a mi correo para ver si había llegado algo y nada, entonces volví al Instagram y ya no estaba el mensaje que supuestamente me había mandado la plataforma, pero la cuenta era igualita, idéntica”, contó Vannia para MILENIO.
“El lunes en la mañana me llegaron inicios de sesión de Turquía, después de Colorado y de ahí empezó todo (…) en la tarde me llegó un mensaje de una lada súper extraña que decía ‘tengo tu cuenta ja, ja, ja, ¿quieres que te la devuelva?’ y respondí que sí y empezaron a pedirme fotos desnuda, empezaron a marcarme, me dijeron que tenían acceso a todas mis historias, a toda mi información y que iban a empezar a mandar mensajes de sexuales a mis contactos si no mandaba las fotos desnuda”.
Sin rastro aparente, debido a que parecía un número encriptado, la activista decidió reportar su propio perfil y abrir uno nuevo, pues cada vez le pedían más cosas a cambio, por lo que decidió dejarla ir, y no solo la de Instagram, sino también la de Facebook, Twitter y Pinterest.
Al parecer a donde habían ingresado era al chip, “me quitaron todo, mi Instagram, Facebook, Twitter, todas las redes habidas y por haber, incluso Pinterest que no lo uso más que para ver cositas. En fin, tuve que abrir otra cuenta (…) y no es tanto la red social, sino que la herramienta que representaba para mí en los rescates (de animales maltratados)”, ahondó la hidalguense, quien además es presidenta del colectivo Hopeful, que también vela el derecho animal.
“Hay que gente que por bailar se hace famosa, por discriminar, por hacer bullying, y mi cuenta de Instagram solita se levantó por el contenido que tenía de los animales y yo les comenté siempre que me encanta tener una comunidad bien consciente del maltrato animal que hay en todo México y en Pachuca a través de los casos que yo he atendido, que de alguna manera ha impactado a los seguidores que tengo hasta el punto de tener donadores que en cada rescate están ahí y era eso, una plataforma que ayudaba a mis perritos, ayudaba a mi causa y al final quien me hackeó me hizo perderlo porque era un perfil que ya tenía una credibilidad, un respaldo donde había historias de años cuando hice mi primer rescate, y cree que me afecta a mí, pero afecta a mis perritos y por eso me interesa mucho crear de nuevo una comunidad que sea consciente del valor de las vidas animales”, por eso pidió que visiten sus nuevos perfiles para que la comunidad vuelva a unirse a favor de los animales.